"Un inconsciente hiperdimensionado es siempre egocéntrico y el consciente no puede hacer nada salvo preservar su propia existencia. Es incapaz de aprender del pasado, incapaz de entender eventos contemporáneos e incapaz de proyectarse correctamente hacia el futuro."
-Carl JungEL CAFÉ de la esquina no estaba tan abarrotado de gente como en otras ocasiones. De hecho, el ambiente iba a la par con el sentimiento profundo que guardaba Laura. Había llorado durante dos noches corridas, luego de enterarse del caso de asesinato que aún seguía en investigación.
Era normal sentir angustia, dolor, y poseer un sin número de preguntas. ¿Quién fue capaz de hacer algo así? ¿Estaba involucrado en asuntos ilegales que lo llevaron a eso? ¿Murió antes de la cita? ¿Por eso nunca llegó ni contestó los mensajes? La profesora estaba sin palabras, y aunque Miguel le había hecho una mala jugada, fue su compañero de muchos años y tenía el derecho de llorarlo.
Con los ojos hinchados, estaba sentada en una mesa, rodeada de los chicos, quienes también estaban impactados a pesar de no haber conocido al difunto en persona.
- Yo sé que debe ser fuerte, pero no puedes permitir que esto afecte tu trabajo. - Decía Gabriel. - Aún te quedan clases por dar hoy.
- Estoy tranquila. Ya lloré lo suficiente anoche, no tengo más lágrimas. - Tomó un buche de aire para ayudarse a sí misma a relajarse. - Me siento mucho mejor ahora. Lo único que tengo son muchas preguntas e incógnitas dentro de mi.
- Lo sé perfectamente. Te entiendo. - Añadió Lysander en tono serio. - No tenía nada que ver conmigo, y aún así muero por saber qué le sucedio.
- No han dicho nada más. Todavía siguen en investigación. - Respondió la profesora.
- Y siendo muy honesta... - Entró Dalila a la conversación. - Esto tardará mucho. No será fácil. Que yo sepa, esto no es un crimen que surja muy a menudo. Me refiero a encontrar cuerpos dentro del río, esto se ve muy complicado...
Gabriel la interrumpió.
- Pero vamos a hacer una cosa. Cambiemos el tema, nada de saludable tiene darle vueltas al asunto. ¿Vale?
- Sí, creo que tienes razón. Me disculpo. - Mencionó Dalila.
- Bueno, chicos... - Añadió la profesora mientras se ponía de pie. - Yo me voy de vuelta al salón, porque tengo que terminar unas cosas que no tuve cabeza para hacerlas esta mañana.
- Vale. Cuídate, nos vemos pronto. - Respondió Dalila, y los demás se despidieron por igual.
Pero antes de que la profesora pudiera abandonar la mesa, alguien más llegó en busca de ella. Como una sombra que produjo escalofríos, apareció Ricardo después de tanto tiempo.
- ¿Qué haces aquí? - Cuestionó Laura dando énfasis en los espacios de casa palabra de su pregunta.
- Vine a verte. Quería disculparme. - Sonaba dolido pero la mujer no cayó ante ningún tipo de manipulación.
- No tienes nada que hacer aquí. Si algo no tolero es que se acerquen a mi ambiente de trabajo para resolver asuntos personales.
- Pero no estoy en tu área de trabajo.
- Para mí lo es.
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Fuego Ardiente
RomanceCuando el amor, el estrés, y las responsabilidades se unen, no son muchas las opciones de escape saludables. Según el psicoanálisis, cada individuo reacciona a partir de los deseos y recuerdos reprimidos que existen en la conciencia. ¿Podría ser el...