EL SEXO ES VIDA

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"Y pensar que lo que menos hice en mi vida fue tener sexo."
-Sigmund Freud

OTRA SEMANA había pasado, y una gran amistad iba madurando. Al comienzo, todo era soporte, consejos, admiración, pero ahora, la confianza entraba vestida de gala. Los cuatro jóvenes habían encontrado entre ellos, algo que no todos tienen la suerte de encontrar; amigos con quienes abrirte sin ningún tipo de filtro.

En la universidad, eran muchas las lenguas que hablaban mientras señalaban, pero cada dedo que apuntaba hacia ellos, solo los unía más. Cada uno, en su interior, se sentía agradecido, pues el haberse conocido puso condimento en sus vidas. Lo único que restaba por hacer, era saber sobrepasar los malos momentos con mucha cautela.

Laura seguía molesta con Miguel por la plantada que este le había hecho. Pero finalmente, la chica se dio cuenta de que ningún hombre merecía sus lágrimas, ni mucho menos su tiempo. Era momento de pensar solo en ella, porque algunas veces, solo algunas, es bueno ser egoísta para nuestra propia felicidad. Ricardo, luego del malentendido en el restaurante, nunca más volvió a comunicarse. Pero eso solo se volvió en paz mental para Laura, pues el hombre ya había comenzado a asustarla con sus actos. Ahora, la profesora se encontraba acostada en una silla tomando el sol, justo frente a las olas de la Playa de la Malvarrosa, y tratando por primera vez una aplicación para citas.

Dalila, la joven que gustaba de hombres maduros, ahora era víctima de acoso en la universidad, pues se había corrido el rumor de que solo le importaba el dinero a cambio. Esa fue la venganza de Ángela, la chiquilla ignorante que no aceptó la idea de que su padre saliera con una chica de su clase. Pero eso no detuvo a Dalila. Luego del mal rato que pasó con el conserje pervertido, optó por tener un pequeño bote de gas pimienta en su mochila, por si alguna situación similar volvía a tomar lugar. Aunque la realidad es que el pisotón de testículos, causó mucho más dolor que el que pudiera causar cualquier gas pimienta. Fernando la tenía pensando, ese hombre se había metido en lo más profundo de su ser, pero ella era muy realista. Era normal, aunque él no lo sabía, había sido el primer encuentro sexual de Dalila; por lo que la joven sentía una conexión muy especial. No bastando eso, la química, y los tratos de Fernando, cada día la enamoraban más. Pero ni ella misma podía definir sus sentimientos, y por eso decidió despejar su mente. Se encontraba al lado de Laura, en la misma playa y bajo el mismo sol candente.

Lysander se sentía nuevo, poco a poco iba asimilando su nueva vida. Se sentía feliz, casi completo. Pero tenía a un par de homosexuales enfermos, rogando porque su pito saliera en pantalla. El chico no podía acceder a una posición como esa, pues arruinaría su futuro. No estaba claro aún de cómo sería su carrera, pero tenía mucha fe en que lograría ser muy exitoso algún día ya fuera detrás o frente a cámaras. Estaba molesto con Jonathan, pues prácticamente lo había engañado, y casi dañaba su imagen por un simple capricho sexual. Ahora, Lysander se encontraba haciendo un castillo de arena, justo en medio de Dalila y Laura, aunque de vez en cuando la aplicación que utilizaba Laura, lo distraía un poco.

Gabriel no estaba en la playa, pero iba camino hacia ella. Iba corriendo como siempre, mostrando su cuerpo atlético, mientras todas las miradas de mujeres deseosas y hombres celosos, se posaban sobre él. Iba corriendo con sus audífonos al ritmo de la canción Best Day of my Life de American Authors, mientras las gotas de sudor corrían por su rostro, y bajaban por sus abominables. Tenía la gran idea de darse un chapuzón una vez se encontrara con sus amigos. Gabriel no tenía ninguna preocupación mayor que la de Christina, la chica que intentaba hundirlo solo porque este no le hacía caso. La vida de Gabriel, había quedado atrás en su país. Su padre en el cielo, como él así lo creía, y su madre, trabajando duro con planes de mudarse con su hijo. A veces le dolía estar lejos de su familia, pero era un dolor pasajero, pues sabía que ellos estaban contentos por él y sus sueños de ser un gran productor.

Fuego ArdienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora