Estuve pensando durante mucho tiempo, analicé cada detalle y llegué a la conclusión de que este mundo necesitaba un héroe, un ser que les hiciera justicia, una persona que estuviera a cargo de vengar a quien debía ser vengado y ese sería yo. Ahora necesitaba una nueva identidad, un nombre para bautizar a la nueva etapa de mi vida, así que me puse a pensar en diferentes opciones como: La sombra de la Venganza, Espectro Asesino, El poder de la Justicia, etc, etc.
Pero la verdad todos eran bastante estúpidos, creí que no llegaría a mí la mejor opción y entonces me llegó la iluminación, recordé lo que le dije a la desagradable de Esther y al odioso del esgrima, además lo reforcé con la nota que me dio la vidente de la feria, encontrando el nombre perfecto. No escogería ser la víctima de esta historia, porque el papel que interpretaría sería el del castigador, haciendo que pronto el mundo entero se entere de que yo... Soy El Verdugo.
-¿El Verdugo?, considero que es un nombre perfecto, va con tu estilo y con la locura que te caracteriza- manifestó cobra, mientras aplaudía.
-Muy bien Verdugo, ¿Ahora qué haremos?- Preguntó Violeta.
Tenía una nueva visión de las cosas, quería seguir ayudando a los desamparados, pero también sentía la necesidad de darle justicia a aquellos que no pudieron hacerlo por si mismos, por lo cual opté por dedicarnos a ambas tareas y por suerte tuve su aprobación.
-Investigué y encontré que hay un miserable que fue capaz de eliminar a su mamá con el único propósito de quedarse con su casa, haciendo a un lado a los idiotas de sus hermanos. Por desgracia lo logró y ahora se topará con nosotros- indiqué mientras tomaba mi arma.
-Hagámoslo, jefe.
Tomamos las cosas necesarias y nos dirigimos a la casa de aquel repugnante ser y por suerte se encontraba completamente solo, así que subimos al techo e ingresamos con mucho cuidado a la casa, siguiendo cada paso que daba el desgraciado. Estuvimos analizandolo por unos minutos y en cuanto la mejor oportunidad se nos presentó, lo golpeamos en la nuca, haciendo que perdiera el conocimiento, dándonos tiempo para ejecutar el siguiente movimiento.
Poco tiempo después despertó y se percató de que estaba amarrado de manos y pies a la pared, a punto de vivir su peor pesadilla.
-¿En verdad creíste que ya habías ganado?- me puse de pie y me acerqué a él- Eres un maldito desgraciado.
En ese momento saqué mi arma, la coloque en sus genitales y disparé un par de veces, provocando sus gritos de dolor y desesperación, mientras la sangre corría por sus piernas.
-Te creíste con muchos huevos para hacerle eso a tu madre... Pues, ahora ya no los tienes- me alejé un poco y le di un cachazo en la cabeza.
En ese momento, caminé a la cocina, encendí la estufa, tomé un sarten y vertí una gran cantidad de aceite en él, esperando pacientemente a que este hirviera. Cuando ya estaba listo, apagué la estufa, sujeté el sarten y me acerqué de nuevo a mi víctima.
-Esto no se compara con el ardor que sentirás en el infierno- reí macabramente, sintiendo regocijo mientras arrojaba el aceite hirviendo en su rostro.
Sus gritos eran tan placenteros, ese maldito estaba viviendo el infierno que su madre tuvo que pasar antes de morir; sin embargo, ese no era el final. De nuevo caminé a la cocina, tomé mis cosas y saqué un bisturí de diamante que llevaba listo para el final y me aproximé al agonizante. Lo mire a los ojos y le clavé el bisturí en el pecho, haciendole una gran incisión quirúrgica en forma de "V", de la cual fácilmente pude retirarle el corazón y ya teniéndolo en mis manos, el trabajo estaba hecho.
-¿¡Qué demonios!?, ¿Por qué le quitaste el corazón?- preguntó Violeta, muy nerviosa y asustada
-No se tentó el corazón para hacerle daño a su mamá... Es obvio que no lo necesita- respondí sin titubear.
Antes de irnos limpié todo perfectamente y dejé una nota para los policías que estuvieran a cargo del caso, en la cual puse lo siguiente:"Querido amigo policía, lamento haber hecho el trabajo que nadie más quiso realizar; pero era necesario que alguien llegara a hacer justicia de verdad. También quiero advertirles que este es solo el comienzo y que tarde o temprano todos aquellos que la deben, la van a pagar y no se molenten en intentar averiguar quién escribió esta nota, ya que he tomado clases de caligrafía y aprendí perfectamente como ocultarme a través de ella.
Si es que a pesar de mi advertencia optan por analizarla, descubrirán que mágicamente fue escrita por diferentes personas y la mayoría de ellas ya están muertas.
Les deseo mucha suerte intentando atraparme, estoy seguro de que esto será muy divertido.
Atte: El Verdugo".Estoy seguro de que la mayoría no creía en mi existencia, hasta que empezaron a aparecer más cadáveres con una gran "V" marcada en el pecho, la cual fue utilizada para remover el corazón de la víctima y colocar en su lugar una nota firmada por la misma persona... El Verdugo.
-Tengo una duda, ¿por qué usas ese bisturí?- cuestionó violeta
-Es una de las cosas más cortantes del mundo, utilizada para microcirugias y usada por astronautas para remover fragmentos de la luna.- respondí sonriente.
Poco a poco me fui haciendo más conocido, en los noticieros hablaban del gran debate que había abierto el Verdugo, unos decían que era un desgraciado sin corazón y otros me veían como el justiciero anónimo que el país necesitaba, ya que las autoridades no hacían nada para apoyar a los que realmente lo necesitaban. Lo único seguro hasta el momento es que los golpes que mi padre me dio en la cabeza me dejaron un poco loco; aunque en realidad tuvo su lado bueno, ya que me ayudó a despertar más a mi cerebro, incrementando brutalmente mi nivel de IQ, lo suficiente para tener calculos perfectos como si fuera todo un profesional que lleva años en el negocio o en el vicio del homicidio.
En fin, después de tanta sangre derramada me acordé que también soy humano y necesitaba un descanso, un respiro, así que decidí salir a dar una vuelta por un parque que se encontraba muy cerca, sin imaginarme que me encontraría con una chica enfrentándose a un sujeto que intentaba asaltarla, por lo cual opté por ayudarla y romperle el cuello a aquel miserable que quiso hacerle daño. Lo peor fue que no llevaba nada que ocultara mi identidad, por lo cual esa chica era testigo de un asesinato... La verdad es que temí por un momento, aunque todo salió mejor de lo que imaginé y esa noche inició para mí, algo que cambiaría por completo mi vida y que en un futuro traería el mejor regalo que cualquier persona pueda recibir; sin embargo, eso es parte de otro capitulo de mi historia, uno que viene mucho más adelante, pero al final de cuentas marcó mi destino desde el comienzo.
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En La Piel De Un Asesino.
General FictionMuchos lo odiaros, otros tantos lo amaron; pero todos estaban de acuerdo en que él era el ser más peligroso de la historia. Estás a punto de conocer el otro lado de la moneda, siendo testigo de la parte más humana de quien se convirtió en el Verdugo...