Mis pies golpeando contra el pavimento era lo único que sonaba en esa húmeda mañana de domingo. Otra vez me había despertado más temprano de lo normal y salir a correr parecía la única forma de olvidarme de todo por un momento. Aunque, siendo honesta, no era olvidarme porque en lo único que pensaba era en Valentina. Me sentía culpable respecto a Tessa, porque ella realmente me gustaba pero era obvio que jamás iba a poder corresponderle de la misma forma en que ella era conmigo. Valentina ocupaba cada espacio de mi mente incluso cuando yo no lo quería y, por más que intentara sentirme de esa forma con Tessa era muy consciente de que probablemente jamás lo haría.
Regresé a mi casa luego de haber corrido por casi 3 horas. Desayuné con mis padres y subí a mi habitación a bañarme y adelantar algunas tareas de la escuela. Pasado el almuerzo, recibí un mensaje de Tessa invitándome a la piscina otra vez, era tan amable que hasta extendió el ofrecimiento a Eva y Lucy. Obviamente, mis amigas no iban a perderse la oportunidad de entrar a la mansión Carvajal y me hubieran asesinado si no las llevaba, así que tuve que aceptar. Eva y Lucy no tardaron ni una hora en estar listas en la puerta de mi casa para que llegáramos juntas a la mansión, y así como ellas estaban de emocionadas por visitar la casa de los Carvajal, lo estaba yo de nerviosa. No iba a poder superar a Valentina si seguía viéndola incluso en lugares que compartía con Tessa, pero ¿cómo iba a poder evitarlo si vivían juntas? Mi cabeza era un desastre para ese momento, y cuando entramos a la mansión sentí que iba a desmayarme. Todo empeoró cuando al salir al patio, Valentina se encontraba de pie en el borde de la piscina luciendo un hermoso traje de baño negro de una pieza. Mis ojos, como de costumbre, recorrieron su cuerpo y sentía como mi garganta se secaba. Tessa corrió a abrazarme, sacándome de mis pensamientos. Era increíble estar en sus brazo, ¿por qué no podía enamorarme de ella?
Tessa nos llevó al interior de la casa para cambiarnos. Las caras de Eva y Lucy al entrar a su habitación eran increíbles, me hubiera reído pero estaba segura de que mi reacción había sido mil veces peor la primera vez que fui a la casa.
- Este lugar es increíble - Dijo Lucy recorriendo cada rincón con la mirada.
- ¿Podemos ver el cuarto de Valentina y dejarle una maldición? - Sugirió Eva causando una fuerte carcajada por parte de Tessa.
- Mejor vámonos antes de que se le ocurra hacer algo de verdad - Comentó Lucy empujando a Eva fuera de la habitación cuando ya estaban listas.
- Adelántense, quiero hablar un momento con Juliana - El comentario de Tessa me dejó helada, no quería estar sola con ella, no quería que las cosas se salieran de control entre nosotras porque no quería mentirle más. Pero, por otro lado, me moría de ganas porque nuestra relación avanzara y poder olvidarme de Valentina. Cuando Eva y Lucy salieron, no sin antes dedicarnos unas sugerentes miradas, Tessa se acercó despacio hasta estar frente a mi, a muy pocos centímetros de distancia.
- ¿Estás bien? Pareces nerviosa - Preguntó tomando mis manos.
- Tu me pones nerviosa - Respondí mientras sentía que mi rostro se encendía. No le estaba mintiendo, ella realmente me ponía nerviosa. Sonrío levemente y me pareció lo más hermoso del mundo. En ese preciso instante no pensaba en Valentina, no pensaba en nadie ni nada más. Tessa se inclinó hacia arriba y acercó, muy despacio, su boca a la mía. Nuestras respiraciones se mezclaron y cuando nuestros labios se unieron me perdí por completo en la sensación. Ella me tomó por la cintura y lo capturé su rostro entre mis manos para profundizar el beso. Nuestras lenguas se entrelazaron y el aire en la habitación se volvió realmente pesado. Ambas queríamos mucho más pero sabíamos que debíamos detenernos. Cuando respirar se volvió necesario nos separamos y nos miramos durante largos segundos, simplemente sonriendo como tontas.
- Vamos - Me dijo tomando nuevamente mi mano y arrastrándome fuera de la habitación con ella.
Cuando regresamos al patio, Eva y Lucy ya estaban en la piscina, mientras que Valentina estaba recostada en una de las sillas plásticas un poco alejada de las invitadas. Tessa y Juliana se unieron a sus amigas y pasaron el rato nadando y hablando, mientras que la castaña de ojos azules llevaba puestos sus audífonos para ignorarlas bronceándose. Unos minutos más tarde, Luke, Sebastian y un par de chicos y chicas más llegaron y Valentina los recibió sonriendo. Tessa le echó una mirada de furia, se notaba que no tenía idea de que su prima había invitado a sus amigos.
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Antítesis
FanfictionValentina odia a Juliana, o al menos es lo que quiere mostrar. Juliana quisiera odiar a Valentina, pero parece ser la tarea más difícil del mundo. Un amor que comienza con el pie izquierdo, ¿puede terminar bien?