Capítulo 23: Ya no más

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Maratón 1/5

Valentina

Mi voluntad para levantarme de la cama ese lunes por la mañana era prácticamente inexistente. Sin embargo, debería ir a la oficina porque me esperaba un largo y arduo día de trabajo. Tomé una larga y relajante ducha, desayuné con tranquilidad y salí con ansias de hundirme en papeles y reuniones para no pensar. Aún no había resuelto que hacer respecto a Juliana, pero al menos ya había aclarado las cosas con Carmen y podía estar tranquila para evaluar mis próximos pasos. Pero por el momento, mi único objetivo era enfocarme en lo que podía controlar, mi vida laboral.

Cuando estaba a una calle del edificio del Grupo Carvajal, noto qué hay una gran cantidad de carros aparcados en la puerta, varios fotógrafos, camarógrafos aguardando. Afortunadamente, ninguno está cerca del acceso al estacionamiento, así que ingreso sin problemas. Como cada mañana, al bajar del elevador en el último piso, mi asistente Érica me aguarda con un café y preparada para leerme la agenda del día mientras me acompaña a mi oficina. Con mi infusión en mano, me pongo en marcha y ella me sigue.

- ¿A que se debe la invasión de la prensa, Érica? - Pregunto antes de que pueda hableme.

- Bueno, imagino están esperando alguna declaración de su parte. De todas formas ya hemos enviado a seguridad para liberar la zona. A menos que desee dar algún comunicado - Su respuesta me toma por sorpresa. ¿Me estaban esperando a mi?

- ¿Un comunicado sobre qué? - No había motivo para que quisieran hablar conmigo.

- Por la noticia de anoche - Entonces entendí, ¿ya se habían enterado del final de mi relación con Carmen? Pero si apenas se podía llamar a eso una relación, y no había forma de que ya supieran - La señorita Hernández Guerrero llamó varias veces, por cierto, ¿programo un almuerzo? -.

- No, claro que no. Eso sería contraproducente, sin dudas - Respondí cuando ya habíamos llegado a mi oficina, sin tiempo de repasar mis ocupaciones del día - Siéntate y revisemos la agenda - Le dije mientras yo tomaba asiento también.

- Le dejé aquí los periódicos y revistas que han cubierto la primicia, por si quiere revisarlos. También hay algunos videos - Para ese punto ya estaba realmente confundida, hasta que bajé la mirada y observé el material periodístico desplegado en mi escritorio. La primera revista leía en el titular en letras enormes: "Valentina Carvajal y Carmen Hernández Guerrero ya hablan de matrimonio". El siguiente anunciaba: "La empresaria Valentina Carvajal se prepara para caminar hacia el altar". Eran por lo menos 15 medios diferentes que aseguraban que Carmen y yo íbamos a casarnos. Revisé artículo por artículo, atónita, Érica hablaba e intentaba hacerme reaccionar pero yo no podía entender lo que estaba sucediendo. ¿Era un juego de Carmen? ¿Una venganza? No sé cuántos minutos habían pasado pero no pude resistir más y me desplomé en mi sillón, aún sorprendida.

- Dijiste que había videos. Muéstramelos - Le exigí a Érica, quien rápidamente me entregó su teléfono mostrándome la dichosa entrevista donde Carmen había asegurado que habíamos hablado de la posibilidad de casarnos en un futuro cercando y que planeábamos vivir juntas en los próximos meses.

Cuando finalmente caí en lo que estaba sucediendo, la ira comenzó a consumirme. Iba a matarla, definitivamente iba a matarla. Salí de la oficina sin decir ni una palabra y bajé al estacionamiento hecha una furia. Ni siquiera me molesté en llamar a Carmen, simplement conduje como si me llevara el demonio hacia su casa. Me iba a escuchar, sin dudas no iba a dejarle pasar ese espectáculo que había creado. Sabía que ella amaba la atención, ¿pero arrastrarme en sus jueguitos para ganar cámara? De ninguna forma lo iba a permitir. Estacioné frente al edificio de Carmen y vi otros cuantos fotógrafos apostados en la puerta, pero no me importó. Debía solucionar eso en ese mismo momento. Pasé a través de todos ellos sin pronunciar palabra, a pesar de que me atacaron a preguntas. El conserje me dejó entrar rápidamente para evitar que me retuvieran aún más. Jamás en mi vida presioné con tanta insistencia el botón de un elevador. El viaje hasta el piso de Carmen se hizo eterno, necesitaba explicaciones con urgencia. Ni bien pisé el pasillo la vi, esperándome de pie en la puerta con cara de preocupación. Pasé por su lado sin siquiera saludarla y entré, cerró la puerta tras nosotras y se desató la tormenta.

Juliana

Tessa estuvo llamándome toda la mañana, pero no quería escucharla. Sabía que quería que habláramos de la noticia de Valentina y era lo último que necesitaba. Y también lo único en lo que podía pensar, a pesar de que habían sucedido muchas cosas en las pocas horas que iban del día. A pesar de haberme enterado de que Val planeaba casarse, decidí que mi relación con Alison no podía continuar. Quedarme con ella sólo por el miedo a estar sola no era propio de mi. Siempre me había considerado una persona solitaria incluso, era estúpido pensar que necesitaba estar en pareja. Me había llevado mucho tiempo comprenderlo, pero el problema era que mi corazón quería estar solo con Valentina. Posiblemente eso ya no sucedería, pero si volvía a estar con alguien más, debía ser porque verdaderamente lo sintiera.

Evité todo lo que pude entrar a las redes sociales, ver televisión o leer cualquier cosa que pudiera encontrarme nuevamente con aquella desagradable noticia. Y lo había conseguido durante todo mi turno, el problema fue al salir. Fui a entrenar y en la televisión del maldito gimnasio no hablaban de otra cosa. Me coloqué los audífonos para evitar oír, pero no podía despegar los ojos de la pantalla. Así que decidí ir a nadar, el agua sin dudas me calmaría y no tendría que ver ni escuchar nada que no quisiera. Me sumergí por completo en el silencio de la alberca, en contar mis idas y vueltas, y dejé pasar el tiempo. El agua me recordaba a Valentina, a aquella fiesta en donde le había salvado la vida. Parecía todo tan lejano y a la vez tan cercano. Nunca había sido sencillo estar enamorada de ella. Tal vez mi error era continuar aferrada a una relación que jamás existió en verdad, a una persona que era completamente diferente a mi, a alguien que me había lastimado tanto. Sólo tendría que verla en el casamiento de Tessa y eso sería todo. Era momento de seguir definitivamente adelante con mi vida. Sin saberlo me había aferrado a ella aún todos esos años, pero ya no más. Ya no más.

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¿CINCO CAPÍTULOS? Sí, cinco capítulos.

Se acerca el final de esta historia y por eso les traigo esta maratón especial donde van a ocurrir MUCHAS cosas.

Espero que estén disfrutando todo el contenido maravilloso que nos están regalando Maca y Barbie. Como diría nuestra bebecita, lo mejor está por venir.

No se olviden de leer también mis otras historias: The One Night Stand y Forevermore, que ya están terminadas. Y aunque Antítesis esté llegando a su fin, estoy preparando algo nuevo MUY diferente a todo lo que vengo escribiendo. No puedo esperar a compartirlo.

¡Nos vemos!

¡Nos vemos!

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