Maratón 3/3
Valentina
Sabía que Tessa me estaba manipulando cuando minutos después de haber hablado con ella, recibí un mensaje con la dirección de Juliana. Sin embargo, estaba decidida a mantener mi posición frente al asunto. Intenté concentrarme en algo más, revisé mi casilla de correo, puse todo mi empeño en adelantar algo de trabajo y despegar mi mente de la idea de hablar con Juliana. De intentar entenderla. No es que no quisiera ponerme en sus zapatos, no es que no entendiera que ella era joven en ese momento y tomó la decisión que consideraba correcta. Pero eso no justificaba haber pasado por encima de mis deseos o decisiones, ¿no? Mi corazón me decía que debía ir a hablar con Juliana, mientras que mi orgullo no me permitía hacerlo. Pero, a la vez, sabía que no iba a estar en paz hasta verla nuevamente. Tal vez simplemente necesitaba gritarle un poco, descargar mi ira en ella. No, no iba a ir, definitivamente no. Si Juliana quería enmendar las cosas, tendría que ser ella quien se acercara, yo no iba a dar el brazo a torcer. Valentina Carvajal jamás se doblegaba, y mucho menos frente a otras mujeres.
Mi debate interno continuó por al menos una hora más, intentando refugiarme mi mente en cualquier otra actividad para apartar a Juliana de mis pensamientos. Y entonces, sucedió lo peor que podía pasar en ese momento: Mi madre decidió llamarme.Tenía sentido, porque hacía ya varios días que no hablábamos, pero obviamente ella no tenía idea de que me había enterado sobre lo que había hecho hacía 7 años. No era el momento de hablarlo, yo estaba molesta y diría cosas que no pensaba, estaba segura de ello. Aún así, decidí tomar la llamada.
- Madre, que oportuna - Dije con frialdad.
- ¿Estás ocupada? Puedo llamarte en otro momento, Valentina. Sé que es fin de semana pero tu tienes muchas responsabilidades y el trabajo siempre está primero - Debía concederle algo, era congruente con sus pensamientos, no había cambiado de opinión en todos estos años.
- Sí, de eso no tengo dudas, Lucía. Primero el trabajo, la carrera, el éxito. Todo por sobre la felicidad, ¿verdad? Es algo que me enseñaste muy bien - Respondí sintiendo como la ira se acumulaba en mi.
- Valentina, ¿estás tomando? Sé que a veces necesitás alcohol para relajarte después de una semana estresante, pero en cuanto empiezas a decir estupideces es mejor que dejes los tragos de lado. - Su soberbia me sobrepasaba.
- ¿Estupideces? ¿Crees que la felicidad de tu hija es una estupidez? Bueno, no me sorprende en realidad después de todo lo que has hecho para demostrarme que ser una mujer exitosa en los negocios y llevar de manera correcta el legado familiar son los únicos propósitos de mi vida, aunque me hubiera gustado que hubieras sido más honesta al respecto. Porque al menos eso creía que era lo único que no podía reprocharte, tu honestidad. Incluso cuando implicaba ser cruel. Pero ahora me vengo a enterar que me ocultaste algo que sabías muy bien cuánto daño me había hecho. Y no, no estoy bebiendo, pero salud por ti - Dije y colgué. No quería siquiera explicarle a que se debía mi molestia. Intento contactarme unas 10 veces más al menos, pero no me interesaba volver a escuchar su voz en mi vida. Ya la había dejado arruinara lo suficiente. Era momento de hacer lo que realmente quisiera, por primera vez.
Me maldije a mi misma todo el camino en el carro mientra conducía al apartamento de Juliana, porque aún después de haber hablado con mi madre, estaba molesta con ella. ¿Cuándo me había convertido en una persona tan débil? Era ella quien siempre se había puesto nerviosa ante mi presencia, la que no podía siquiera articular una oración frente a mi. Siempre había hecho con Juliana lo que quería, ¿cuándo se habían invertido los roles? Me detuve frente a su edificio contemplando mis posibilidades, diagramando lo que iba a decir, aunque tenía muy en claro que por mucho que preparara un discurso, todo se iría al diablo en cuanto la viera. ¿Cómo es que esa mujer tenía tanto poder sobre mi? Pasaron varios minutos hasta que decidí bajar del coche. Me anuncié con el conserje fingiendo ser Tessa, quería tomarla por sorpresa. Al entrar al hall, una mujer acababa de marcharse en el elevador así que tuve que esperar a que otro llegara. Si pasaba más tiempo allí terminaría marchándome, quería llegar a la puerta de Juliana y terminar con todo aquello de una buena vez.
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Antítesis
FanficValentina odia a Juliana, o al menos es lo que quiere mostrar. Juliana quisiera odiar a Valentina, pero parece ser la tarea más difícil del mundo. Un amor que comienza con el pie izquierdo, ¿puede terminar bien?