Efi tiene tres condiciones: El amor no es para ella, del pasado no se habla y "rojo" significa peligro. Avan es el rojo del que debe huir.
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Desde pequeña Efi ha aprendido a esconderse, a no sentir de más y a guardar secretos. Sin embargo, tambié...
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—¿Y por qué no un verdette? —pregunta Elena al otro lado de la línea. Me parece que está escribiendo todo lo que digo en una lista, incluso puedo escuchar el sonido del bolígrafo contra el papel cuando tacha algo frenéticamente—. Si es verdette podría enviarte flores todos los días...
—Ni siquiera me gustan las flores.
—¡Te encantan las flores! No mientas.
—De acuerdo, me gustan las flores, pero que alguien me regale flores todos los días no va a conquistarme, Lena.
Suspiro. Es un poco molesto tener que caminar con el teléfono entre mi hombro y mi oído, ya que uso mis manos para doblar ropa y guardarla en las cajas que hay por doquier. Tengo que tener todo listo para la mudanza; mi vuelo a Manhattan sale en un mes, pero ya tengo el apartamento patas arriba.
—Bueno, entonces verdette no —dice Lena y la escucho tachar algo de nuevo—. ¿Qué tal un artista medio frustrado? Así podrían hacercompetencias para ver quién es más pesimista.
—Creo que extrañaré la vista de este lugar —comento de manera distraída mientras miro por la ventana. Escucho a Lena bufar por el teléfono.
Elena —mi mejor amiga— puede exasperarme un poco a veces, pero es como una hermana para mí y la adoro. ¿Lo malo? Que tiene un instinto de casamentera que no le quita nadie y que muy probablemente, ahora que viviremos juntas, intentará aplicar en mí, como de hecho ya está haciendo.
—Deja de intentar cambiar el tema, Efi.
—Tú deja de intentar aplicar tu instinto de casamentera en mí.
—¿Por qué no me dejas conseguirte a alguien que te quiera bonito? Soy muy buena en ello; tú eres la única que duda de mis habilidades. Además, mis amigos son muy geniales, quizás alguno de ellos...
—Ni siquiera lo intentes, Elena. —La corto porque planeo postergar el momento en el que me vea abrumada con todos los nombres y los rostros nuevos que voy a conocer durante los próximos días. Elena es un ser sociable, no me sorprendería que por «mis amigos» se refiera a toda la ciudad.
—Eres una perra amargada, no te gusta nada —se queja, pero ríe—. Da igual, conozco tus gustos secretos, esos que se esconden en tu pequeño corazón envuelto en hielo. Te conseguiré un alma creativa que te dé un beso antes de dormir y te regale mucho chocolate.
Mierda, yo amo el chocolate. Sacudo mi cabeza antes de que el pensamiento pueda tener algún efecto en mi sistema. Debo mantenerme firme.
—Para. No necesito salir con nadie, Elena. Estoy bien así, me gusta mi vida tranquila... sí, eso es lo que quiero, tranquilidad. Las personas no necesitan tener pareja para ser felices.
