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Capítulo siete | Una cita

Capítulo siete | Una cita

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     Trato de concentrarme, aún cuando todo es un borrón de luces y negro. Siento que la cabeza me da vueltas ligeramente y escucho una vocecita a lo lejos que no logro entender, pero que cada vez se hace más clara.   

     —¡Efi, Efi, Efi! —chilla la voz de Blayke y termino por volver a la realidad.

     —¿Uhm? —digo, un poco aturdida.

     —Bueno, Gus está preparando la cena en la cocina. O al menos lo intenta —interrumpe Elena, apareciendo en la sala. Su mirada está puesta en mí—. ¿Te sientes mejor? Porque desde que leíste lo de tú ya sabes quién parece que te quedaste en las nubes. Blayke luce angustiada.  

     Volteo y la niña asiente mientras hace un puchero.

     —Efi parece peocupada, tía Nena —dice, removiéndose en sus pequeños pies descalzos.

    —Efi sólo está distraída siendo paranoica como siempre. Pero mira, parece que tu súper idea la ha ayudado. Ha vuelto al mundo real.

     Frunzo el ceño al escuchar el último comentario de Elena, intrigada sobre a qué puede referirse con «la súper idea de Blayke». Entonces miro alrededor de mí y descubro que estoy rodeada de peluches.

     Literalmente rodeada.

     Miro a Elena en busca de respuestas.

     —Blayke dijo que era para que no te sintieras sola. Así te mejorabas más rápido de tu enfermedad —explica.

     —Parece un ritual satánico... —susurro, olvidando que hay una niña junto a mí. La observo y no parece haberse dado cuenta de lo que dije. Elena ríe por mi comentario.   

     —Ella incluso hizo que su príncipe rana te besara a ver si estabas hechizada como una princesa —continúa.

     —Funcionó, tía Nena. Tí despetó —dice la niña contenta. Busco con la mirada y encuentro a una rana con corona justo a unos centímetros de mí, entre el montón de animalitos que me rodea.

     —Claro, porque tú eres una niñita muy lista —respondo, abrazándola. Ella ríe.

     —¿Cuál es la enfermedad que tiene Efi, Solecito? —pregunta Elena hacia la pequeña.