06: nuevos enemigos, nuevos problemas.

1.2K 128 531
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

N E G A N

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


N E G A N.

Abrí mis ojos cuando escuché ruidos provenientes de la pelirroja que se hallaba a mi lado en la otra celda.

Joder, mi cuerpo estaba entumecido por la incómoda posición en la que dormí con la cara recostada sobre el tubo metálico. Mi espalda dolía por permanecer horas apoyado sobre una pared de bloques de cemento. Definitivamente no me estaba haciendo más joven para hacer este tipo de gracias.

Savannah despertó, dejando escapar un bostezo, sentándose con las mantas cayendo hasta sus caderas y estirando sus brazos. Todavía llevaba la camisa azul que le había otorgado la noche anterior, y su cabello era un hermoso desastre. Joder, ella lo es.

Peinó su melena roja con sus dedos, y luego de orientarse y recordar en dónde estaba, giró su rostro para posar sus ojos sobre los míos.

—Levántate y puto brilla, zanahoria. —canturreé, guiñándole un ojo y haciéndola sonrojarse con tanta facilidad.

A pesar de tener un lado salvaje de depredadora sexual muy oculto en el fondo, todavía destacaba en ella aquella inocencia y timidez que me dejaba a mí como un viejo pervertido que estaba empezando a corromperla. Pero... ese hábito de morderse el labio cada vez que estaba nerviosa lograba encenderme y ponerme a mil. Y de solo imaginar ese pequeño cuerpo curvilíneo debajo de mí, con esas piernas rodeándome la cintura mientras que gime mi nombre y ruega por más... Carajo, ahora parezco un adolescente hormonal.

No necesito tener otra erección tan temprano.

—Negan, sabes que no tenías que...

—De nada, cariño. No tienes porqué agradecerme. —respondí, impidiendo que terminara de hablar y de quejarse porque me comporté como todo un caballero.

Sabía que se estaba refiriendo a que le había cedido mi almohada y mantas para que no durmiera en el incómodo suelo duro y congelado. Rick ni siquiera tuvo la maldita decencia de darle algo con lo que cubrirse para pasar la fría noche.

TEAR IN MY HEART ¹ ( negan. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora