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El invierno estaba llegando, comenzando a soplar una helada brisa que hacia llover las hojas de los viejos arboles y hacer llevar abrigo a cualquiera, a excepción de los mas osados que aun consideraban tolerable el clima. Yo no era de esos, la verdad esa bastante sensible a los climas.

Me ocupaba mirando por las ventanas del lugar los ceños fruncidos de las personas que caminaban en todas direcciones por la calle cuando un nuevo cliente entro al lugar, y con el una helada ráfaga de aire que desacomodo mi bufanda, ahora era mi turno de fruncir el ceño por el frió. La rolle de nuevo en mi cuello bufando y pensando en lo mucho que quería ir a casa y resguardarme del frió, pero realmente necesitaba un café, y no cualquier café, lo necesitaba de esta cafetería. Ya había hecho el pedido y hasta pagado, solo estaba parado al lado de la caja esperando por el, quería evitar lo mas posible el contacto con cualquier superficie.

De vez en cuando mi mirada se desviaba hacia la entrada del lugar que hacia sonar una campana cada que algún nuevo cliente entraba haciéndome sentir ansioso al notar como todos manoseaban la manija de esta. Quería ir a lavarme las manos ahora.

- Aquí esta su pedido

Dijo la señorita del mostrador entregando mi café lo cual se volvió algo torpe por mi intento de no tocar sus manos. Finalmente chillando un poco lo tome.

- Gracias

Por suerte los lavabos estaban fuera de los baños así que solo tuve que dejar mi café en alguna mesa cercana y vacía para ir a lavarme las manos como tanto había querido desde que había salido de casa. Saque mi propio jabón dándome varias pasadas hasta quedar satisfecho y una vez enjuagado di la vuelta para regresar por mi café encontrándome con un chico parado junto a la mesa donde lo había dejado.

El miraba en todas direcciones hasta que me vio acercándome, ahora solo me miraba a mi mientras tomaba mi café de la superficie.

- ¿Dis-disculpa esta es tu mesa?

Había notado al chico, pero a corta distancia fue cuando realmente lo observe. La primera vez que lo vi todo en mi cabeza se silenció. Todos los tics, las imágenes constantes desaparecieron. ¿¡Quien era el!?

Sentía estar frente del ser humano mas hermoso que pudiera haberse creado: tenia unos ojos tan preciosos y no porque fueran de algún color no ordinario, eran simplemente marrones, pero mierda yo juraría ver un millón de estrellas en ellos, una galaxia, si, eso debía ser. Tenia unas mejillas que invitaban a morderlas y al mismo tiempo llenarlas de besitos, sus labios eran esponjosos y apetecibles modelando un color parecido al de sus cachetes: un leve rosado. De pronto estaba avergonzado de siquiera existir frente a la perfección encarnada.

El desconcierto en su rostro a falta de una respuesta me regreso un poco de cordura, la suficiente como para responder.

- Yo... en realidad iba de salida

- ¿Se- seguro que no lo estoy corriendo? igual podría esperar a que se desocupe otra mesa y-

¿Era extraño desear grabar su meliflua voz para escucharla siempre que me apeteciera? podría volverme adicto a voluntad

- No no, esta bien, yo tengo que irme

- Bueno... gracias. Po-por cierto mi nombre es Jimin, Park Jimin

Sonreí. Incluso su nombre era lindo, y haciendo una ligera inclinación procedí a presentarme igual

- Un placer, el mio es Yoongi, Min Yoongi

- El placer es mio

Dijo regalándome un sonrisa, una de las mas bellas que pudiera existir y pelearía con cualquiera que dijera lo contrario... o bueno, no se, puede que sude por todas partes y el también, estaríamos tocándonos y bueno mejor no, que sucio.

Ganando algo de calor en las mejillas por mis estúpidos pensamientos sin sentido me despedí torpemente de Jimin y salir del lugar.

Una vez a fuera y caminando a casa, por primera vez en mucho tiempo deje de prestarle atención a mi alrededor y pensé en lo bien que me sentía. Cuando tienes trastorno obsesivo compulsivo en realidad no tienes momentos callados. Incluso en la cama estoy pensando: ¿Cerré las puertas? Sí ¿Me lavé las manos? Sí ¿Cerré las puertas? Sí ¿Me lavé las manos? Sí. Pero cuando lo vi, la única cosa en la que pude pensar fue en la forma en la que se movían sus labios o la pestaña en su mejilla. ¿Mencione la pestaña en su mejilla?

Realmente esperaba encontrarme de nuevo con el, y con aquel pensamiento en mente tome un poco de mi café.

T.O.C.🥀 ; YgxJmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora