El sol de la mañana calienta levemente las chapas que recubren el techo produciendo un clima agradable dentro de mi casa.
Hoy estoy de buen humor, es que él parece entusiasmado y por esa extraña razón que aún no logro descifrar yo me pongo contenta.
Digamos que me hace sentir bien.Son las 10 de la mañana, los mates y la buena vibra nos acompañan.
-Entrarias a las 22 y saldrias a las 3. Yo se que el sueldo no es el mejor pero las propinas son buenas.
-¿Vos estas seguro de esto Tomás?- dudo porque la desconfianza es parte de mi.
-Si mas vale, te quiero ayudar. Además mi viejo necesita ayuda en el bar. Lo vas a hacer bien- insiste.
-Esta bien, acepto- respondí sonriendo y entregandole el mate.
-Si queres hoy podemos ir a que hables con él y conozcas el lugar.
-¿Hoy? ¿Es necesario?
-Dale, te va a gustar y si no te gusta no pasa nada. Buscamos otra cosa- propone con una sonrisa.
-Esta bien, vos ganas- imposible decirle que no.
-Vas a ver que todo se va a arreglar Juli y no vas a tener que ir nunca más a ese lugar. Vas a tener un sueldo.
¿Un sueldo? ¿Cómo le explico que mis problemas económicos no son el motivo por el cual mi minifalda baila?
Prefiero guardar silencio. Sería un pecado atormentarlo con mis fantasmas.El bar es amplio y cálido a la vez, mesas y sillas de madera, servilleteros pintados a mano y fotos familiares en la pared tras la barra. Tomás de chiquito abrazado a una pelota de cuero deteriorada es la imagen más tierna que vi en mi vida.
Su padre sonríe ampliamente y habla por celular mientras Tomás fuma y hunde la medialuna en su taza.Los observo detenidamente y tengo la leve impresión de que no son padre e hijo, son más bien un copia exacta que se diferencia por algunas lineas de expresión un poco más marcadas en el rostro del mayor.
El hombre de barba le da un sorbo a su taza de café con leche, tiene la misma mirada de paz que me transmite su hijo y esa extraña amabilidad tan encantadora.
Al parecer todo es hereditario.-Yo estoy siempre acá pero sino está mi hermano. Asi que cualquier problema o duda que tengas hablas conmigo o con él- comentó arremangando su buzo dejando ver todos sus tatuajes. Definitivamente eran un calco- Yo me tengo que ir, nos vemos mañana- dió un último sorbo a su taza y depositó un beso en mi mejilla para luego salir del lugar con su campera de cuero al hombro.
Quede algunos segundos flayada observando la figura del hombre alejarse, caminaba sonriente con actitud de campeon un poco diferente a su hijo que tenía una presencia más relajada.
-Tiene novia- expresó Tomas con la boca llena.
-¿Qué?- pregunte sin entender a que se refería.
-Mi viejo- hizo silencio algunos segundos mientras tragaba- tiene novia.
-¿Y por qué me decis eso?
-Nada- sonrió de costado- por nada.
-Gracias por traerme, me gusta el lugar- respondí sonriente.
-Claro, el lugar...
-¿Eh?
-Nada, que me alegro que te haya gustado- respondió acariciando mi mejilla.
-¿Por qué sos tan bueno conmigo?
-Porque no quiero ver más tu mirada triste.
¿Cómo le explico que esta mirada no se va a ir nunca? Hoy veo a mi único consuelo tan lejano. Debería decirle que tendrá que acostumbrarse a ver la melancolía en mis ojos.
Baje la mirada sin responder y él tomo mi mentón levantando mi cabeza.
-De esa tristeza hablo, no quiero verla más. Ya esta, ahora todo va a estar bien. Yo te voy a cuidar.
-No creo que puedas Tomás.
-¿Por qué no? ¿Qué es lo que te angustia tanto?
-Nada, fantasmas del pasado.
-Quiero conocer tus fantasmas. Yo los puedo espantar.
-No, no hay nada que puedas hacer. Estos fantasmas no se asustan con nada- lamente- Mejor enseñame a usar la maquina de café- expresé entusiasmada.
Pasamos el resto de la tarde utilizando la máquina o mejor dicho luchando con ella, ya que al parecer Tomás tampoco sabía usarla del todo bien. Aunque él fingia tenerla muy clara.
El intento de clase de barista terminó en una guerra de crema batida cuando al peliverde le pareció muy buena idea desparramar la crema sobre mi pelo en lugar de dentro del café.
Le devolví el gesto embarrando todo su rostro con la crema.
Reímos a carcajadas, reí tanto que sentí ese dolor de panza que te corta la respiración. Eramos dos niños pequeños jugando en la cocina.Una vez que mi risa bajo su intensidad sentí el cosquilleo en la nuca que luego oprimio mi pecho, la famosa culpa.
Me sentí culpable por estar riendo, por sentirme bien. Sentí remordimiento porque quizás ella no volvió a reir y yo lo estoy haciendo.De todas maneras ya era tarde para hundirme en mis pensamientos negativos, su rostro estaba a centímetros del mio. Su aliento cálido apagó mis inquietudes, puso mi mente en blanco y mi cuerpo a latir.
Lenta y delicadamente sus labios se acercaron a los mios, estratégicos, atento a no incomodarme. Procurando hacerlo en el momento justo, cuando por fin sintió que yo lo habilitaba pegó su boca a la mía.
Al principio quede paralizada, quizás él se frustro unos segundos a causa de mi reacción y se despegó levemente de mi mirando mis ojos, tratando de descifrarme. No tardo mucho en invadirme un extraño calor corriendo por mi cuerpo. Sentí que la sangre volvió a circular por mis venas despues de mucho tiempo en stand by.
Fue una especie de resurrección, un corazón volviendo a latir, un shot de adrenalina, un golpe de luz después de tanta oscuridad.
Esta vez fui yo quién pego mi boca a la suya.El sabor dulce de la crema embarrada en sus labios me conquisto, logro que pierda la cordura, que olvide los males, que vuelva a creer al menos por unos instantes que el paraíso existe.
Comence a desear más de él, sus labios comenzaron a ser insuficientes, ahora era su lengua y las caricias de su manos sobre mi cuello quienes me dominaban.Volví a sentir, volví a vivir y quizás solo hayan sido unos instantes pero anhele que así fuera para siempre.
.....
Hola! Perdón por tardar tanto en actualizar.
Quiero invitarlos a leer los primeros cap de mi nueva historia Croazzu. Se llama Pelusa y espero que les guste💜
Besos, Flor💜

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Te Busco (Cazzu, C.R.O)
FanfictionElla esta sola, conviviendo con la ausencia de lo arrebatado, hundiendose en el barro. Hasta que él llega a su vida. "Gente sucia encontró en su ruta y al hierro y fuego aprendió a jugar" G.I.T (1984)