MónicaMe llamo Mónica Méndez, tengo 25 años, tengo el pelo color negro me llega a mitad de espalda, mis ojos color azules. Soy terapista física, me gustan los retos y mi jefe al conocerme me asigna los pacientes más difíciles, soy digamos la última opción que tienen.
Llego temprano al trabajo por pedido de mi jefe. Hoy comienzo con un nuevo paciente y necesito revisar su información para prepararme con lo que puedo encontrarme. Llego y entro a la oficina de Juan, mi jefe.
Buenos días Mónica, como te dije por teléfono, hoy comienzas con un nuevo paciente y tengo que advertirte que es algo difícil, los que he enviado antes que tu no han durado casi nada, el último fue Pablo y lo más que soportó fueron tres semanas- dice mi jefe.
Bien, de acuerdo con esto sufrió un accidente donde perdió a su hijo y él se lesionó pero debía recuperarse en unos meses, y su sicólogo piensa que es algo mental el que no pueda caminar- digo mientras reviso un expediente médico.
Correcto, Mónica se que eres bastante buena con los casos difíciles pero no estoy seguro...
Juan, no te preocupes, pero hagamos algo, que hoy sea sólo una prueba a ver como resulta. Cuando salga de la casa te llamo y te digo si tomo el caso o no. Adiós.
Esta bien adiós.
Voy de camino a la casa de este señor intentando ser profesional, no debo juzgarlo por lo que escucho, debo formarme mi propia opinión. Wow la casa es muy bonita, pienso mientras la veo, me bajo de mi carro y la sigo viendo, tiene un buen patio en el que jugarían niños, es el tipo de casa que tendría si mi bebé..., no Mona, no vayas por ahí, concéntrate. Respiro profundo y toco el timbre.
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Él es Mateo
RomanceCada uno reaccionamos diferente ante las situaciones difíciles de la vida. La misma pérdida, el mismo dolor, la manera de enfrentarlo es diferente para cada uno.