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Mateo

En todo este tiempo estuve en comunicación con la señora Morelia, madre de Mónica, la visitaba todos los días con mi madre, le hacíamos compañía, le pedí a mi madre que se asegurara que tomara sus medicamentos. Cuando me llamó para decirme que la habían encontrado, me sentí tan contento y aliviado como nunca, le dije a mi madre y nos ofrecimos a buscarla para llevarla al hospital a verla si quería y aceptó, aunque dijo que no podía estar mucho tiempo.

Llegamos, compré un arreglo de flores, peluche de un monito y globos deseando una pronta recuperación. Morelia entró primero con mi madre, a los quince minutos salieron y mi madre se ofreció a llevarla a la casa si yo me quedaba acompañando a Mónica. Las despido y entro a la habitación.

Adelante- escucho que dice cuando toco la puerta

Hola Mónica, que bueno verte- digo, llevo el arreglo hasta una mesita que hay junto a su cama, obviamente no voy a preguntar como está.

Lo que veo me impacta aunque trato de disimular. Tiene un ojo hinchado y bastante morado, se le ven cortes en las mejillas y tambien están moradas, labio roto, tiene las muñecas vendadas, imagino por las ataduras. Marcas en el cuello. No puedo creer que alguién sea capaz de hacer esto, trago duro.

Hola señor Mateo, no esperaba verlo aquí, gracias, no tenía que molestarse- me dice con voz algo apagada mientras ve el arreglo

De nada, bueno la verdad es que la extrañé, no era lo mismo hacer mis terapias sin que usted escuchara mis quejas, no es lo mismo que con los otros, ya ni mis bromas son lo mismo si no se las hago a usted, además ningún otro soporta mi berrinches ni pataletas como un niño inmaduro- le digo sinceramente

Lo siento señor, pero voy a hablar con Juan para que le asigne otro terapista, hay que continuar con su rehabilitación para que no se atrase y yo tardaré un tiempo en recuperarme- me dice sin verme directamente

Que pena Mónica, pero si no es con usted no quiero que asignen a nadie más, si es por su recuperación yo puedo esperar o puedo continuarlas yo solo como hasta hoy- le digo

¿Si? Y como se que continua con sus terapias- pregunta y ya vuelve a ser la de antes

Puedes preguntarle a mi madre, ella me está ayudando, ahora tengo un motivo para querer recuperarme- le digo

¿Y cual es ese motivo? Si se puede saber

Me gustas mucho, pienso- Algún día te lo diré, pero quiero continuar mis terapias contigo, no importa el tiempo que tenga que esperar- ella no dice nada más

Por experiencia se que la comida de hospital no es muy buena, ¿Quiere que le traiga algo cuando vuelva a visitarla?- le pregunto porque pienso venir de nuevo

Me ve durante un rato como si midiera si hablo en serio- la verdad muero por comer una sopa de pollo de las que hace mi madre, pero no quiero pedirle mucho por su condición

Bueno, pero tienes que saber que en este tiempo mi madre y yo le hemos hecho compañía a tu madre y personalmente me aseguro que se alimente bien y tome sus medicamentos

¿Medicamentos? ¿Como sabes de su condición?- pregunta algo inquieta

La verdad es que siempre mando a investigar los que entran a mi casa, no tengo buena experiencia con los desconocidos- ella me escucha y palidece

Traga duro- así que ¿Tu sabías de mi pasado y no me trataste con lástima ni diferente?

Si sabía de tu matrimonio y de lo que pasaste, no creí que te gustara que te tratara diferente, fue así como sospeché que pasaba algo cuando supe de la fuga de tu ex y tu desapareciste, hablé con un amigo que es policía y él creo que ayudó- le digo

Muchas gracias por no tratarme con lástima- comienza a decir pero tocan a la puerta y entra Ramiro con un ramo de flores y con Juan el jefe de Mónica

Bien yo me retiro, con permiso- digo, no se porque rayos tenía que venir el idiota este aquí.

Salgo al pasillo y llamo a mi madre para ver si ya llevó a Morelia a su casa

Mateo estoy saliendo de la casa de Morelia, salgo para allá ¿Esta todo bien? Te escuchas molesto

Todo esta bien madre te espero en la cafetería tengo hambre

Esta bien te veo ahí. Adios

Él es MateoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora