Él es Mateo

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Martes

Mónica

Me levanto temprano para ir a correr, tomo mi iPod para escuchar música mientras corro mi ruta. Me gusta mucho, me mantiene en forma y me relaja y ayuda a despejar mi mente. Luego de media hora, llego a mi casa, me doy una ducha y me preparo para ir a ver a Don Caramelo.

Llego a la casa y al parecer la señora Brunilda estaba impaciente esperando- buenos días Mónica, adelante

Buenos días Brunilda

Vamos con mi hijo- me dice mientras nos dirigimos a la misma habitación que ayer, toca y abre

Cuando me ve asiente- Buenos días Mónica

Buenos días señor Mateo- le digo y antes de que proteste lo interrumpo- ah, usted me llamó por mi nombre

El bufa pero no dice nada, me dirijo a un área preparada en el suelo. Él sólo me observa mientras acomodo mi equipo de trabajo, que consiste en un pad de hacer yoga, una crema relajante muscular, para masajes. Veo a Brunilda irse conteniendo la risa.

Quiero que sepas que tu jefe me llamó y me dió algunas referencias

¿A si, y que piensas?- le pregunto

La verdad estoy sorprendido que tengas tanta experiencia para lo joven que te ves- dice

Para que veas que no puedes dejarte llevar por la primera impresión, tu pareces un joven encantador y muy guapo para quien no te conoce, hasta que abres la boca- le digo

¿Viniste a trabajar o a hablar?- me pregunta de mal humor

Creo que haré un poco de ambos, ven vamos a comenzar- lo ayudo a bajar de la silla para comenzar con la sesión de hoy.

Luego de dos horas, muchas quejas, protestas y miradas irritadas terminamos la rutina de hoy- muy bien señor Mateo lo ha hecho bien, debo decir que me tiene sorprendida.

No sé porque, yo no vi ningún avance, no veo porque lo estaría- dice mientras lo ayudo a sentarse en su silla

Claro que no señor, hoy es su primer día, ya veré si me dice lo mismo en un mes- le digo

Vamos a ver si dura tanto- dice en un susurro, pero aún así lo escuché

Y usted ¿cree que no duraré tanto?- lo sorprendí, al parecer creyó que no lo escucharía

Bueno... La verdad no

Rio y niego con la cabeza- ¿Quiere hacer una apuesta?

Me ve durante un rato- la escucho

Si yo cumplo un mes trabajando aquí, usted cambiará de actitud, dejará de ser tan grosero, no sólo conmigo sino con todos incluyendo a su madre- le dijo

Bien, pero si yo gano usted hará lo que yo quiera, donde quiera sin protestar- me dice y lo veo por un momento y le doy la mano

Acepto- me ve con un brillo en los ojos como un niño que planea alguna travesura.

Me despido y cuando me dirijo a la puerta esta Brunilda riéndose sola, me ve y estalla en carcajadas- lo siento, pero es la primera vez en mucho tiempo que alguién le habla así a mi hijo

Bueno Brunilda es hora que su hijo tome un poco de su propia medicina y prepárese que esto se pondrá mejor, porque me imagino que su hijo también intentará hacer de las suyas

Ya un poco más tranquila me ve- es cierto, estaré pendiente de él y en lo que pueda ayudarte lo haré, hasta mañana Mónica

Hasta mañana Brunilda