29 (+18)

613 54 2
                                    

Mónica

Me levanta haciendo que rodee sus caderas con mis piernas. Mientras va hacia mi habitación, empuja la puerta y me deja suavemente en mi cama, todo esto sin dejar de besarme, tomo su labio inferior y lo muerdo haciéndolo gemir. Nos quitamos la ropa mutuamente, quedando sólo en ropa interior.

Amor dime qué pare si...- me dice pero lo interrumpo

Estoy lista, quiero estar contigo- digo y el sé levanta buscar algo en su pantalón, y puedo ver mejor su condición física, está para comérselo, saca un paquete plateado, lo abre y se quita su boxer, liberando así su prominente erección

Joder, es grande no creo que eso quepa en mi, además de que prácticamente soy virgen por falta de sexo

Se pone el condón y me ve- no te preocupes cariño vamos suave- toma mis bragas y las rompe

Se ríe ante mi mirada de reproche- te compraré más, nena esto también me estorba- dice señalando mi sostén

Me lo quitó antes de que lo rompa- así está mejor- dice y me observa- eres hermosa amor

Sonrojada le sonrío- gracias mi amor y tú eres perfecto para mí

Se acerca a mi y me besa profundamente, acaricia mis piernas mientras las acomoda alrededor de sus caderas, pasa sus manos por mis nalgas y las aprieta provocándome un gemido. Pasa sus labios por mi cuello y va bajando hasta llegar al inicio de mis pechos donde los toma con ambas manos y los aprieta un poco, toma mi pezón derecho y mete en su boca, lo chupa y muerde, mientras que el otro lo pellizca.

Gimo fuerte por lo que me hace sentir- vamos amor, córrete para mi- dice y sigue con la tortura, ahora pasa su dedo por mi clítoris y lo pellizca, jadeo con mi cabeza hacia atrás, no puedo más y llego al clímax

Pasa sus dedos por mis fluidos y los lleva a su boca- mmm deliciosa

Ahora toma su pene y lo lleva hasta mi entrada- cariño no te preocupes- dice y muy lentamente va entrando en mi, espera un rato en lo que me acostumbro a su tamaño- nena voy a moverme

Comienza a entrar y a salir, oh por todos los cielos, nunca me había sentido así, me ve fijamente mientras se mueve, cada vez más rápido, lleva su cara a mi cuello y cuando llega mi orgasmo lo muerdo en su hombro, él también se corre y cae sobre mí. Ambos intentamos controlar la respiración y los latidos de nuestros corazones.

Al final fue mejor que no me dijeras nada- lo escucho decir y luego no recuerdo nada al caer en un profundo sueño.

Él es MateoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora