capitulo 50

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Hoseok yacía frente a la ventana de la habitación de Yoongi, sentado, la luz de la mañana le pegaba en el rostro y el viento suavemente frío se colaba por su cuerpo. Respiro hondo y profundo, tenia sus ojos cerrados y su mente tenía la imagen de su pequeño cachorro. Las cortinas blancas flotaban por el viento y algunas hojas se metían de vez en cuando a la habitación.

Dos semana había pasado ya, desde el incidente, la tragedia, el desastre que dejó a una familia en luto. Al igual que Hoseok, Seokjin también ya se encontraba en casa.

Dejando su ensoñación a un lado, él omega abrió los ojos cuando escuchó la puerta ser abierta. El suave olor a naranja y limón le invadió y supo que Yoongi estaba ahí.

Cuando Hoseok declaró mientras estaba en el hospital, no había nada que hacer en realidad, solo necesitaban saber como había ocurrido todo con exactitud. Y nada más termino por decir que había matado a Taehyung porque éste mismo había matado a su bebé. La justicia la había llevado con sus propias manos y tampoco aún con ello, no se sentía libre y ni un poco satisfecho.

Yoongi llegó hasta ponerse tras Hoseok y le acarició los hombros mientras daba masajes suaves. Hoseok volvió a cerrar sus ojos y suspiró con sentimiento al sentir su corazón comprimirse. No había dejado de llorar un solo día, y por las noches las pesadillas eran tan reales que terminaba gritando y llorando fuerte haciendo despertar a todos en casa. Yoongi le abrazaba y trataba de tranquilizarlo mientras lloraba también.

-¿cómo estas hoy bebé?

-No... -su voz salió en un susurro agudo y lastimoso. No quería hablar exactamente ese momento. Yoongi le abrazo por atrás y le beso la cabeza, dejo su aroma tranquilizador salir. Hoseok sabía que Yoongi estaba siendo tan fuerte para no dejarlo solo ni un solo instante.

-Te traje un té amor... no has comido nada, no está bien.

-Lo sé... pero, no tengo hambre, no quiero nada Yoongi.

Yoongi lo levantó de la silla dónde estaba. Hoseok estaba más delgado, sus clavículas se notaban y sus ojeras eran prominentes. El alfa dejó en la cama a su omega y se acostó junto a él. Lo abrazo, enredo sus piernas con las delgadas y largas de Hoseok. El omega se dejó llevar y en seguida las lágrimas se hicieron presentes otra vez. Yoongi no podía decir nada, sentía que si hablaba también terminaría llorando. Los dos sufrían tanto que a pesar de seguir con vida, sentían que morían a cada instante. Sus lobos estaban destrozados y los miles de sentimientos de tristeza invadían cada pedazo de sus seres. Quedándose dormidos en su profundo y desgarrador dolor, mientras uno sollozaba con espasmos silencioso y otro trataba de consolarle con sus abrazos y caricias.





























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Bye~

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