𝐋𝐚 𝐀𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚║𝐥𝐢𝐳𝐤𝐨𝐨𝐤

Capítulo 05

Los rayos del sol se filtraron por mi ventana abierta, y comenzaron a quemarme la piel, ayer me había quedado dormida con un short negro y una polera larga de color celeste. Ni tiempo de ponerme el pijama tuve.

—Linda, ¿Cómo estás?—abrí los ojos inmediatamente y vi que Jungkook entraba por la ventana, como generalmente lo hacía de adolescente—Estuve tocando la puerta y el timbre hasta que me harté y recordé que antes subía por la ventana y me dije, ¿Por qué no?

—Siempre tú con tus ideas... y respondiendo a tu pregunta, estoy cansada, muerta del sueño.

—¿Por elegir ropa?—preguntó mirando toda la ropa tirada en mi recamara.

—Aja...—me levanté.

—Lisa, realmente esto no es lo tuyo.—dijo levantando con un solo dedo un vestido floreado de primavera que era lo más próximo a sus manos—Vamos, Lisa... Este no es tu mundo y fui un tonto en hacer esa apuesta, es más que obvio que no la vas a ganar.

—¿Perdón?—dije arrugando la nariz y arreglándome el cabello.

—Con todo este desorden, es más que obvio que no estás hecha para ser una chica sexy y atrayente... No es por ser malo,—rio él—pero realmente, ¿piensas ganar así?—señaló mi habitación y yo fruncí el ceño—Por eso vengo para decirte que si lo deseas, dejamos la apuesta sin efecto y juntamos nuestros sueldos, y los repartimos a la mitad.

—Sí, pienso ganarte, esta apuesta y como todas las demás apuestas que hemos hecho porque te recuerdo que el marcador va, Lisa cuatro y Jungkook uno.

—Cuando te pones terca, no se puede hablar contigo, ¿sabes?—dijo de lo más calmado.

—Lo siento pero tengo cosas que hacer, así que me voy a bañar.

Me dirigí al cuarto de baño, y estuve aproximadamente media hora allí. Esperaba que se hubiera ido. Cuando salí del baño, con un pescador pegado y un bivirí a la cadera un poco apegado de tiras adelante, él seguía ahí.

—¿Sigues aquí?—dije entrando con la toalla en la cabeza.

—Si...—respondió.

—Bueno, pues termino de arreglar esto y voy a salir.

—¿Con quién?—levantó la ceja burlonamente.

—Con Rosé, Jennie y Jisoo.—sonreí.

—¿Qué?

—Aja, las chicas de la oficina...

—Aww, ¿te están ayudando?—preguntó risueño y de lo más odioso.

—Aja.

—Bueno, antes que esto se convierta en la jaula de las locas... mejor me retiro.—sacó un pie por la ventana—Por cierto hoy no tenemos reunión, todos los chicos están un poco ocupados.

—Ok, gracias por avisar.—comencé a recoger algunas prendas del suelo—Adiós Jungkook.

—¿Me estas corriendo?

—Sí. Ya vete chico Busan, estoy hablando en serio.

—Que humor, linda... en verdad.

—Sabes que te quiero Busan..., pero ya vete, ¿no?—sonreí.

—Ok, me voy...—salió—Nos vemos en el trabajo.

—Si, como digas. Solo no babees el lunes por mí.

—Ja.ja.ja

Luego que se fue, terminé de arreglar todas mis cosas de nuevo, tuve que volverlas a meter en los cajones de roble de mi cómoda y colgar los vestidos en el ropero del mismo material. Ambos eran tallados por un escultor famoso, mi madre y todas sus cosas eran súper caras y de gente famosa.

A los treinta minutos, tocaron el timbre. Saqué medio cuerpo por la ventana, pensando que tal vez era nuevamente Jungkook molestando. Siempre lo hacía, así que novedad no era.

—¡Lisa te vas a caer!—gritó Jisoo.

—¡Hola chicas, ya bajo!

Luego que bajé. Me raptaron, ni bien abrí la puerta me jalaron e hicieron que subiera a la camioneta de Rosé. Iba a ser un día excitante de verdad. A los poco minutos llegamos al gran salón de belleza de la ciudad; donde iba cada vez que llegaba mi madre. Nos pasamos arreglándonos las uñas, me cortaron el cabello hasta la altura de los hombros.

—¿Y por qué el cambio, Lalisa?—preguntó la estilista mientras me mostraba como maquillarme.

—Una apuesta.—se apresuró a decir Jennie.

—¿Con quién? ¿Con el bombón que tienes de mejor amigo?

—¿Jungkook un bombón? En serio que ustedes son ciegas.—reí divertida—Jungkook es Jungkook, simplemente eso...

—Claro, como tú digas, pero nosotras lo vemos diferente, ¿sabes?—cuando Rosé dijo eso, sentí un pinchazo de cólera en el estómago.

—Bueno, continuemos, ¿no?—dije con la voz cambiada.

—Lisa se puso celosa...—canturreó y rio burlonamente Jennie.

—Sí, claro...—mi mirada sarcástica, hizo que todas se comenzaran a reír y a molestarme.

Terminé de explicarles lo de la bendita apuesta, se suponía que nadie debía saber. Les hice prometer que no dirían absolutamente nada.

—Pero entonces, tienes que ser una As en el tema de seducción, ¿o no muchachas?—todas las clientas del salón de belleza dijeron que sí. Al unísono.

—No, eso no es para mí...—negué con la cabeza.

—Eso se aprende Lisa, y nosotras te vamos a enseñar.—sonrieron maliciosamente y eso me preocupó por completo.

Ese día, la pase completamente en compañía de mujeres. Ellas me enseñaron un montón de cosas que ni sabía que se podía hacer. Juegos con la vista, llamadas sensuales con los labios. Y ni que hablar del cigarro, resultaba que era muy sexy... según ellas.

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Jungkook si es un Bombom, tengo pruebas y cero dudas 👌

- Beastly.