𝐋𝐚 𝐀𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚║𝐥𝐢𝐳𝐤𝐨𝐨𝐤

Capítulo 17

Llamé a Bobby y le dije que dejáramos la salida para otro momento. Que había llegado un amigo mío y solo se iba a quedar un día. Así que me dijo que no había problemas que el próximo jueves podíamos salir. 

Hoy iba a poner en práctica lo acordado con las chicas. ¡Bah! Como si fuera una buena idea flirtear con Jungkook.

Llegué a la oficina y él ya estaba allí trabajando.

—Hola.—dije

—Hey, Linda. ¿Cómo estás?—preguntó levantándose, caminando hacia mí para abrazarme.

—Humm, ¿Bien? ¿Por qué tanto afecto? ¿Qué hiciste esta vez Jeon?

—Simplemente, soy un idiota... o me he comportado como uno.—sonrió de esa forma que me encantaba, que desde hacía unos días me volvía loca por volver a observar—Te tengo un regalo.

—Oh, Busan.—cogí sus manos—No tienes por qué hacerlo.

—Claro que si, lo vales linda...—besó mi frente y fue hacia su escritorio. Abrió un cajoncito—Esto es para ti.

—Jungkook, no debiste hacerlo.—me entregó una cajita de terciopelo.

—Ábrelo.—ordenó dulcemente.

—Está bien.

Abrí la pequeña cajilla y había un juego de collar, pulsera y aretes. Eran los más hermosos que había visto en toda mi vida. El oro blanco en esta época resultaba carísimo.

—Jungkook, no puedo aceptarlo.—me quejé entregándole la caja—Esto es carísimo, te debió costar una fortuna.

—A decir verdad no, mamá me lo regaló hace unos días, dice que es para la mujer más importante en mi vida... y no pensé en nadie más que en ti.

—Jungkook, esto es demasiado...—sonreí asombrada—¿Por qué no lo guardas para tu esposa? A eso se refería tu madre, cuando dice: La mujer más importante en tu vida.—me puse nerviosa, no esperaba esto. Realmente no lo esperaba.

—Pase, lo que pase. Siempre vas a ser la mujer más importante en mi vida. Piénsalo Cariño, eres mi mejor Amiga. Nadie me conoce tanto como tú y te quiero por eso.

Golpe bajo. "Mejor Amiga"

—Está bien... Pero no me lo podre a diario, ¿ok?

—Me conformo con que lo tengas.—dijo riendo.

—Está bien.

Toda la mañana ejecuté el plan. 

Tres o cuatro veces estuvimos cerca de besarnos; pero siempre me daba la vuelta y me iba o simplemente le decía: "Tierra llamando a Jungkook" y luego reía. Me encantaba la cara de desolación que ponía Jungkook. Obviamente no era tan evidente, lo hacía de una manera inocente. Él siempre me había dicho que mi inocencia era lo que más le gustaba. Así que, ¿Por qué no explotarlo un poco?

Me sentí importante, cuando se le secó la boca y tuvo que ir por un café. Salí a la oficina de Rosé quien estaba haciendo unos papeles.

—¿Cómo vas?—preguntó con picardía.

—Bien, ¿y tú?—pregunté.

—También.—levantó la cabeza del ordenador—¿Hablaste con Taehyung?

—Sí, y me invitó a salir el Jueves.—sentí unas pisadas, pero no les di importancia.

—¿A dónde?—preguntó Rosé.

—Vamos a ir a cenar comida italiana, ya sabes, nada del otro mundo.—prendí un cigarrillo, di tres haladas y lo apagué.

—Si es un bombón, debería ser más que una simple cena. Una cena con algo más, ¿tal vez?

—Que dices, Rosé.—reí—Tú y tus locas y descabelladas ideas. Va a ser una cena y punto.—rio—Va a ser en el Golden Palace.

—Como la boda de Jisoo, por cierto tenemos que ir al ensayo. Ella pone las parejas no te preocupes. Es el sábado a las cinco.

—Ok, estaré allí.

Entré en la oficina a terminar el trabajo. Y segundos después entró Jungkook. ¿Habría escuchado la conversación? No lo creo. Si lo hubiera hecho ya estaría vociferando sobre mi salida con Taehyung; o estaría preguntando que Taehyung.

El jueves por la tarde; fue una completa locura. No sabía que ponerme, como combinar. No recordaba nada. Después de dar vueltas en mi closet como tres horas; decidí ponerme un vestido rojo a tirantes, que me habían regalado las chicas; decía que tenía algo que hacía que el cuerpo se viera deseable, ¿Para qué lo necesitaba? ¿Para salir con Taehyung? Ay Dios.

Ocho de la noche en punto llego Tae, en su convertible negro. Vestido de traje. Me esperó a que saliera, nos saludamos y subimos al auto.

—Estas preciosa, princesa.

—¿Por qué el habito de los hombres de decir princesa, linda o cariño?—pregunté sonriendo coquetamente.

—Es una forma cariñosa de llamarlas, ¿te molesta?

—No, para nada, simple curiosidad.

El motor gruñó al encenderlo como un león a punto de cazar. Y cuando Taehyung pisó el acelerador, terminó ronroneando como un suave gatito. Un gran auto, ¿gran? No. Maravilloso.

—¿Qué tipo de auto es?—pregunté.

—Un Lamborghini descapotado.—dijo riendo al verme salir los ojos de las orbitas.

—Pero estos autos son carísimos, hermosos, maravillosos, pero carísimos.—dije socarronamente.

—Sí, ya sabes; cuando uno tiene un imperio industrial...—se mofó.

Solté una carcajada—A mí no me vengas con esas cosas.

—Mi familia compró la Refinería; ya sabes y pues estuve trabajando allí unos cuantos años.

—Simplemente Woow...

—Hemos llegado.

Bajó del auto y lo rodeo; no podía creer lo que me estaba pasando. Estaba en un vestido de ensueño, bajando de un Lamborghini descapotado negro y en unos momentos iba a entrar en uno de los restaurantes más increíbles de la ciudad; con un hombre irresistiblemente guapo. Realmente me podría acostumbrar a esto.

—Gracias.—dije bajando.

Pero no era Jungkook.

—De nada.—escuché que decía.

¡Bah! Adiós Jungkook, por esta noche, no me voy a arruinar la vida por él. Entramos y comenzamos con la velada. El mozo trajo la carta y le eche un vistazo. Ordenamos y comenzamos a conversar de cosas que nos habían pasado después de la universidad; ex novios y ese tipo de cosas.

Me contó que estuvo a punto de casarse y que su novia había fallecido en un terrible accidente de avión hace como dos años y que debía casarse, porque su madre estaba muy enferma y lo quería ver unido a una buena mujer que lo cuidara siempre. Sentí pena por él.

Estábamos pidiendo el postre, cuando Taehyung habló.

—¿Ese que está en la otra mesa no es Jungkook? ¿Jeon Jungkook?

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Creo Lisa, que esta noche no podrás decirle adiós a Jungkook ajajaja.

- Beastly.