《¿Enamorar a un hombre y luego romperle el corazón?
Una locura. Y lo es más el pensar que todo comenzó por una tonta apuesta.》
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「Esta novela es una adaptación. No es de mi autoria. Todos los derechos reservados a l...
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Voltee a ver hacia la mesa que me indicaba Tae.
No podía ser...
Era una pareja donde la chica, no dejaba respirar al pobre hombre que tenía debajo de ella. Luego esta se movió, volviendo a su sitio y vi que Taehyung tenía razón. Era él...
Adiós idea de olvidarme de Jungkook una sola noche. Refunfuñé, no si estaba a tres mesas siendo tragado literalmente por una medusa exuberante.
—Sí, si es él...—dije mirándolo de nuevo y viendo que Jungkook también se había dado cuenta de nuestra presencia y me miró confundido.—¿Qué hace él aquí?
Luego de saber que ambos estábamos allí, Jungkook comenzó con un juego de miradas el cual no pude rechazar. Ambos estábamos con parejas distintas y estábamos flirteando de mesa a mesa.
—Lisa, ¿estás bien?—dijo roncamente Taehyung.
—Sí, ¿por qué?
—No, simplemente pregunto.—cogió mi mano—Pero cuéntame de ti.
—Bueno, trabajo en una compañía que hace software, y todo tipo de cosas computarizadas. Trabajo con el hombre que está del otro lado de la mesa, a decir verdad es mi jefe...
De reojo vi que Jungkook se ponía rojo, verde, azul y de todos los colores cuando Tae tomó mi mano. ¿Quién perdería este juego que habíamos comenzado ambos? ¿Yo estaba dispuesta a perder? No, jamás...
Lo iba hacer morder el polvo.
—¿Permiten fumar?—pregunté sensualmente articulando bien las palabras a Taehyung.
—Sí, si permite.
Prendí el cigarro y comencé a aspirarlo llenando mis pulmones de nicotina, alquitrán y otros componentes de la sustancia. Y exhalándolo de la manera más sexy que pude pensar en ese momento. Vi que tanto Jungkook como Taehyung me quedaron observando.
Tae le pidió al mozo un cenicero y seguimos conversando, y riendo. Una velada muy agradable. La acompañante de Jungkook, no dejaba de demostrarle afecto y mimos. Los observaba por el rabillo del ojo. Y eso hacía que Jungkook, buscara la manera en que volteara el rostro hacia él. Buscando llamar mi atención desesperadamente.
Hora y media después. Ellos se retiraron. No les di importancia, pero si la tenía. Quería saber dónde irían.
—¿Cuándo te enamoraste de él?—pregunto Taehyung.
—¿De quién?—dije haciéndome la desentendida. ¿Se dio cuanta?
—Toda la noche no has dejado de observarlo, y sabes a quien me refiero.
—No pasa nada, Tae.—pero no soné nada convincente.
—No hemos sido íntimos amigos, pero me doy cuenta cuando una mujer tan linda como tú, flirtea de mesa a mesa con "su mejor amigo y jefe".
Tomé una copa de vino.
—No quieras insinuar nada, solo somos amigos y nada más... y no tengo porque...—respiré con dificultad—Enamorarme de él.
Una hora después, volvimos al auto y me llevó a mi casa. Allí se despidió de mí y me dio una linda rosa roja besando mi mejilla. Luego se fue. Entré, cerré la puerta y al poco rato volvieron a tocar el timbre y pensé que a Taehyung se había olvidado de algo. Me encaminé.
