Estacioné el auto frente de el apartamento de Jungkook. Este estaba en el primer piso de la residencial Florencia.
No podía creer todo lo que había pasado desde la mañana. Estaba media maquillada, había tratado de quitármelo de encima en cuando deje a mamá en el terminal, lo bueno es que no venía por más de tres o cuatro horas. Aunque a decir verdad, con eso y con todo lo que me hacía hacer era más que suficiente, lo malo es que lo hacía cada tres o cuatro meses. Más me gustaría que no lo hiciera cada año, pero como dice Jungkook, es demasiado pedir.
Miré el espejo retrovisor y no había notado como el delineador se estaba corriendo. Lo único que rogaba era que la pandilla aún no hubiera llegado. Ese si sería el fin para la guerrera—como me llamaban ellos—y pasaría a ser otra tonta Barbie hueca.
En el aeropuerto, logré cambiarme antes de salir. Llevaba ropa deportiva con zapatillas, el cabello largo y negro recogido en el mismo moño de esta mañana. A pesar que mamá me había obligado a cepillarlo y córtalo de las puntas. Bajé y toque el timbre, antes que abrieran, pasó Rosé por la calle.
—Hola, Lisa... ¿Cómo estás?
—Bien, Rosé.
—¿Reunión de pandilla?—preguntó curiosa.
—Exactamente.—le sonreí.
—Genial. Bueno, adiós.—se despidió con un movimiento de mano.
Rosé, era un amor de chica. Trabajaba de secretaria en la empresa, y siempre estaba al pendiente de lo que yo hiciera, a pesar de vestir bien y ponerse tacos, no es una completa Barbie de plástico, claro si tiene sus momentos superficiales como cuando se le rompieron dos uñas tecleando una carta. Dios, ese día lo prefiero olvidar. Lloró en el baño de mujeres como por una hora y luego no quiso salir porque se le había corrido el maquillaje.
—Hey, dulzura...—escuché que decían detrás de mí, ¿acaso jamás me iba a librar de sus burlas los días que mi madre venia?—¿Cómo estás, Jungkook?—dije resignada, voltee a verlo.
—Dios... se te corrió el maquillaje...—rio—¿Es que acaso no sabes usarlo? ¿O es una nueva moda? Porque la verdad pareces un mapache enfermo.
—Gracias, Jungkook.—entré cuando abrió la puerta—Siempre tan adulador. Voy al baño, ahora regreso...
—¿Ya te vas a deshacer de todo lo que traes encima? ¿Quieres un café?
—Sí y cargado por favor... ah y si tuvieras un cigarro te lo agradecería.—grité desde el baño.
—¿Tu madre otra vez, te lo quitó de la boca?—le escuché decir.
—Ajam... Sabes que no le gusta ni que fume, ni mucho menos que este con la pandilla.
—En vez de café, ¿una botella de cerveza?—rio maliciosamente.
—Me quieres matar, ¿verdad? No quiero ver la cerveza después de lo de ayer, por lo menos en tres años... No sabes la jaqueca que traigo.
—¿Y eso? Tú nunca tienes resaca.
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𝐋𝐚 𝐀𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚║𝐥𝐢𝐳𝐤𝐨𝐨𝐤
Fanfiction《¿Enamorar a un hombre y luego romperle el corazón? Una locura. Y lo es más el pensar que todo comenzó por una tonta apuesta.》 ⋆⋅⋅⋅⋅⋅⋅⋅⊱∘──────────────∘⊰⋅⋅⋅⋅⋅⋅⋅⋆ 「Esta novela es una adaptación. No es de mi autoria. Todos los derechos reservados a l...