Mi nombre es Alicia Grimm, tengo catorce años, curso segundo grado de secundaria, vivo en la ciudad de Tokio, Japón. Mis dos personas favoritas son mi novio Edward y mi mejor amiga Erika, son los mejores y nos llevamos muy bien... O eso creí... Hasta ahora.
Hoy al dirigirme a la escuela, a camino a mi aula, me encontré a ellos dos besándose, me sentí traicionada, sobretodo por mi amiga, le tenía gran confianza y afecto... Y todo eso en un pequeño momento se fue a la basura... Me sentía tan triste y confundida, ¿Porque me haría eso ella?.
En ese momento no sabía cómo reaccionar, no podía entender lo que pasaba, mi cerebro apenas lo procesaba, me quedé paralizada con los ojos llenos de lágrimas, a punto de caer y recorrer mi rostro en cualquier momento, solo los miraba a los dos apenados y sin palabras que decir.
–¿Porque?– fue lo primero que salió de mi boca
Erika tardo unos minutos para responderme y cuando se decidió a hacerlo, tomo una actitud algo agresiva –¡nunca lo entendiste!, él me gusta, mucho antes de que fueran novios, ¡eso no te importo a tí!
–¿Y así es como resuelves los problemas?, ¿Nunca se te ocurrió hablarlo a algo parecido? No tenía idea de que te gustará... Creí que éramos amigas
–Tu nunca tienes idea de nada, te la pasas en las nubes, no sabes lo que pasa a tu alrededor, eres tan patética y boba, jamás quince ser tu amiga y si lo fui fué solo por lastima, porque te la pasabas sola todo el tiempo y sabes porque, porque eres rara, nadie querría estar contigo
Edward toma a Erika de los hombros –¡ya basta Erika!–
–¡No!– le quita las manos de encima –y ahora ¿que harás? Eres la persona más anti-social que conozco, ¡hacer amigos no es lo tuyo!
En aquel momento sentí una pesadez enorme en mis hombros, mi enojo e irá incrementaba, escuche la voz de Edward decir con una voz desgarradora "Detente, por favor, basta" su voz hizo que reaccionara, tenía mis manos en el cuello de Erika, asustada por lo que hacía, la solté, haciendo que cayera al suelo desmayada, lo mire a él aterrado, ver su cara expresar ese gesto hizo que se me erizarán los bellos de mi piel, un frío recorría mi cuerpo y yo solo retrocedi, sin darme cuenta que detrás de mí estaban las escaleras y resbale con facilidad. Entré abrí mis ojos, todo se veía borroso, yo estaba al final de las escaleras, miraba a profesores y alumnos mirándome con preocupación murmurando entre sí, como odio que hagan eso, me dolía tanto la cabeza, puse mi mano detrás de mí nuca y después miré mi mano, sangre, había sangre en esta... esto no es nada bueno... y volví a cerrar los ojos.
Todo está oscuro, no sé en donde estoy, la cabeza ya no me duele pero, sigo sintiendo los hombros pesados.
–estás sola... sola jajaja– se escuchaban muchas voces que desconocía, eran irritantes
–Ni me lo recuerdes, ¿yo estoy muerta?– dije confundida
–no, pero no falta mucho jajajaja– se escucha eco
–¡Me duele los oídos!– falfulle mientras ponía mis manos en mis orejas –¡dejen de atormentarme!–
Seguí caminando en ese lugar tan extraño, oscuro y vacío y miré a una mujer, vestía un kimono de color negro, cabello largo amarrado con un listón, brazos y pies vendados, iba descalza y portaba una katana, intente acercarme pero las voces en mi cabeza me lo impedían, gritaban a no más poder que me alejara de esa mujer, gritaban tan fuerte que me tiré al suelo retorciéndome de dolor, aquella persona se acercó y con un movimiento de espada hizo que dejara de escuchar esas voces, me levanté y ella tocó mi hombro dándome un alivio y calidez al instante y mientras esa muchacha se iba, pude ver un hilo blanco, y siguiente a eso, miré un destello de luz.
Seguí aquella luz y al llegar al llegar miré a mi alrededor... estaba en una camilla de hospital, mis padres se veían preocupados, el doctor me dijo todo lo que había pasado, resbale por las escaleras, me golpeé la cabeza y tuve una fuerte contusión y por suerte no quede en estado de coma, de parálisis y tampoco mi memoria se vio afectada, él lo considera como un “milagro”, no muchos sobreviven a ese tipo de golpes, yo me sentía muy confundida, él dijo que era por el golpe en la cabeza, que era algo normal, talvez tenga razón. Pasaron horas y finalmente me dieron de alta, fuimos a casa, mis padres me dejaron salir un rato para tomar aire fresco, solo por un rato, fui a pasear por el parque.
El doctor me vendo la cabeza, todavía me dolía si me tocaba, pasaré uno días en casa para descansar. me sentía bien estado afuera, aún que tenía varias preguntas en mi mente, tales como: ¿que era aquel lugar que ví? ¿Serán solo iluciones que tuve al estar desmayada? O ¿El más haya? ¿Por qué reaccione de esa manera? Ahorcar a Erika, ¿acaso me dejó llevar por mis emociones? Lo que hizo no fue correcto, pero tampoco lo fue la manera en que reaccione, mi cuerpo se movió inconscientemente, se que al hacerlo no le iba a provocar la muerte, mis manos son muy pequeñas y débiles, pero me aterra la intención que tenía al poner mis manos en su cuello, sigo sin creer que yo halla hecho eso, necesito un psicólogo, un psiquiatra, un manicomio.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por mis torpes pies, tropecé con algo, quizás hasta con mi propio pies, ¡soy tan torpe! Por ende seguí caminando, con la cabeza agachada, mirando el suelo, y al levantar la mirada me asombre por lo que miraba, por alguna extraña razón cada personas estaba rodeada por una clase de aura, cada una de diferente color y tamaño, sus torsos poseían una serie de hilos de diferentes colores y si ponía más atención, esos hilos conectaban a otras personas, algunos tenían muchos y otros muy pocos, también en sus meñiques había uno de color rojo, algunos los conectaba a otra persona y otros lo tenían cortado.
miré mi pecho y tenía un extraño cordón de color plata.
Me sorprendí aún más al ver como alguien traspasó mi cuerpo, además de ello, no podía verme ni escucharme
Ví como gente empezó a reunirse en un punto, me acerqué y entre las personas miré a una joven tirada en el suelo, pero no era cualquier jovencita...
¡Era yo!
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Viaje Astral
SpiritualAlicia es una chica de secundaria que realiza viajes astrales después de que le sucediera un accidente, es capaz de ver fantasmas, demonios, angeles, dioses, auras, hilos del destino, hilos que conectan a las personas. Es genial ¿no?, pues tendrá qu...