Viaje Astral

Capítulo 43: El baile de halloween

Hola soy Alicia y estoy entusiasmada, hoy es el baile, después de tanto estrés y preocupación, es bueno divertirme por un momento. El baile será en la tarde a las 6 ¡Que genial!

Me levanté temprano, tendí mi cama, desayuné, me vestí y me fuí al templo Reikon, tal y como acostumbro hacer los sábados. Al llegar ví a Hana que hacía lo que parecía ser una danza y vestía con un kimono que las sacerdotisas acostumbran usar, solo que esta vez era la primera en ver a Hana usar uno, su cabello lo tenía completamente amarrado, se veía increíblemente hermosa, ahora se podía apreciar de mejor manera el bello rostro de la joven Reikon.

Hana al terminar con la danza me miró y me preguntó —¿Conocés está danza?

—he visto que la realizan otras sacerdotisas, pero la verdad lo desconozco —conteste apenada por mi ignorancia.

—esta danza sirve para alejar a los malos espíritus, servirá para mantener alejados a los pecados, el templo sera el lugar más seguro.

—deberiamos ir a buscarlos —dije con seriedad.

Los ojos zafiros de Hana me miraron con algo de compasión, ella se acercó hacía mi, puso su mano en mi hombro y me tocó con suavidad y gentileza, su tacto me hacía sentir cálida y tranquila —se que estás angustiada, pero todo estará bien, mañana podemos buscarlos, hoy hay que divertirnos —me regaló una hermosa sonrisa.

—tienes razón... Gracias —la abrace, gracias a ella me sentía más aliviada, estar cerca de ella me provocaba un aumento en mi ánimo, me hacía sentir feliz.

—no me había dado cuenta de que tú novia había venido Hana —dice en tono burlón el chico de las cicatrices en el rostro mientras se acerca a nosotras, parecía que apenas se acababa de levantar, todavía llevaba puesto ropa de dormir, su cabello estaba despeinado, más que de costumbre y estaba descalzo.

Escuchar el comentario de Akira hizo que a Hana y a mí se nos pusiera la cara roja. Nuestras mejillas estaban tan sonrojadas que podrían compararnos con la tonalidad de un tomate maduro.

—los niños pelirrojos están aquí y están hablando de una persona extraña, me parece que vieron a un pecado —dice Akira

Me sobresalté al escuchar eso y fui de inmediato a dónde se encontraban los gemelos.

—¿Cómo era el sujeto que vieron? —pregunte impaciente a los niños

—era un sujeto muy gordo y estaba comiendo una hamburguesa —dice Hazell para luego ser interrumpido por Yazell

—ver como comía esa hamburguesa tan grande me dió mucha hambre ese día

—si, a mi también, se veía deliciosa su hamburguesa

—¿Y luego? —pregunte inquieta

—asi, ese tipo tenía una aura extraña, era la primera vez que veía una así, lo vi ayer en el parque, era gordo, sus ojos eran pequeños y rasgados y su cabello era en forma de hongo —comenta Hazell

—¡debemos buscarlo!, No debe de estar muy lejos —dije con entusiasmó para después desvanecer ese rostro al ver la cara enfada de Hana—. Mañana, debemos buscarlo mañana —dije tartamudeando.

En mi celular tome nota del aspecto físico de los pecados que conocemos hasta ahora, ese gordinflon del que hablan supongo que es el pecado de la gula, de cierta manera me contenta tener esta información, pero a la vez me molesta, me saca de quicio solo conocer dos de siete, siento en verdad un sube bajas emocional, realmente trato de cambiar mi actitud y relajarme, pero no puedo, tengo miedo.

Hana al notar mi inseguridad, me llevo a fuera de su casa para hacer mi entrenamiento espiritual. Primero nos sentamos a meditar, estaba practicando para sentir presencias espirituales.