Viaje Astral

Capítulo 49: El infierno de Luria

Hola soy Alicia, el día de ayer estuve viendo con Tenchi y Hana como funcionaban las hojas mágicas que me dió Violeta, fueron más fáciles de usar de lo que pensé, Hana ha estado pensando en un plan para capturar al siguiente pecado, hasta ahora solo hemos mandado a dos de ellos al infierno, ella dice que si los pecados trabajan juntos es muy posible que estén sospechando y en el peor de los casos nos tendrían en la mira, es por ello que debemos ser cuidadosos y no improvisar. Tenchi quiere ayudarnos, es lindo y valiente de su parte, pero me preocupa mucho, no quiero que le toquen ni un solo pelo esos espíritus despiadados.

En estos momentos me encuentro en la escuela, en el salón de clases, el maestro todavía no llega, ya lleva unos cuantos minutos de retraso.

—¿Encerio existen los árboles mágicos? —le pregunté a Hana mientras veía una de las hojas.

—no sé mucho de la magia, ni de dónde proviene, lo único que si sé, es que este mundo carece de magia, la magia tiene origen en otras dimensiones y cada una es diferente —respondió Hana ante mi duda.

—valla, no tenía idea —dije asombrada mientras veía la hoja de árbol.

Poco tiempo después el maestro llegó e inicio su clase explicándonos los derechos que tenemos las personas, así como también las obligaciones que tienen los ciudadanos, después de ello, nos puso un trabajo en equipo. Me junte con Tenchi, Hana y Tenisu para realizar el trabajo, sacamos el material y nos pusimos a discutir sobre el trabajado, cuando por accidente tire mi bolsa de marcadores y se esparcieron en el suelo, rápidamente me agache para recogerlos e igual lo hicieron Tenchi y Hana. Los tomábamos y los poníamos en la bolsa, hasta que por error los tres tocamos el mismo plumón, sentir el tacto de sus manos sobre la mía hizo que se me acelerará el corazón, la mano me temblaba y sentía la cara caliente, el rostro de ambos también se veían colorado, sin duda, fué un momento penoso. Con la mirada abajo, tome el último marcador, lo guarde y me senté en mi pupitre.

Al finalizar la escuela, los tres salimos, he íbamos a nuestras casas, sin embargo nos encontramos con Hiromi, quien se veía agotada y gritaba como loca, aparentemente perseguía a alguien.

—¡No huyas mal-dita! —jadeando vociferó la joven de ojos verdes y peculiares.

—Hiromi —fuí con ella —.estas sudando, te vez terrible —exprese preocupada y confundida.

—estoy cansada —dice con una voz soplada y se inca en el suelo por el cansancio en sus piernas que le provocó el correr tanto.

Con ayuda de Tenchi y Hana, la tomamos y la pusimos de pie.

—¿A quien perseguía? —pregunta de forma directa Hana.

—a Luria —contestesta con amargura.

—¿Lujuria? —pregunté sorprendida.

—si, esa hija de...

—¿Porque la persigues? Es peligroso —le pregunté asombrada por lo que había dicho.

—¿Peligroso?, La llevo siguiendo desde hace semanas y nadamás huye, esa mujer me tiene más miedo a mi que yo a ella.

Lo que dijo Hiromi me pareció extraño, ¿Porque escapa de ella? ¿Acaso le teme a su habilidad?

Todos fuimos a mi casa y le dimos un poco de agua a Hiromi. Ya estando hidratada, y con la energía restaurada, dije en voz alta —hay que acorralarlá, somos más que ella.

—pero todavía hay 4 pecados más, para estás alturas ya deben de saber que Hiromi la está persiguiendo y nos atacarán —contesta Hana.

—llevo días persiguindolá y no he visto a otro pecado, a los demás no les ha de importar, seguro que trabajan cada quien por su cuenta —respondió la chica de ojos esmeraldas.