Lisa's POV
Escuché unos débiles toques que provenían de la puerta principal. A pesar del grado con el que golpeaban la puerta mis oídos eran capaces de percibir aquel sonido.
Hice una mueca pensando en que seguro Rosé venía de nuevo a intentar convencerme de la limpia culos.
Me levanté de la cama y me dirigí apoyándome de las paredes hacia la puerta, cuando sentí el picaporte me alejé unos pasos para darle entrada.
–¿No te he dicho mil veces que no necesitas tocar?–Esperé la voz chillona de mi amiga pero jamás llegó.–¿Te comió la lengua el gato o algo parecido?
–Yo...lo siento, no quise molestarla.–Estoy segura de que mi mirada fue de confusión total.
En vez de aquella voz chillona, me encontré con una voz suave y algo nerviosa. Era una chica y caí en cuenta de la situación.
–¿Quién eres y qué quieres?–En realidad no disfrutaba de las visitas por lo que mi voz iba cargada de molestia.
–Yo soy la enfermera Jennie, vengo a prestarle mis servicios durant...–Fue suficiente para volver a cerrar la puerta.
No necesitaba ni quería "sus servicios", me acerqué a la pared para hacer camino a mi habitación cuando escuché de nuevo golpes más firmes en la puerta.
Jennie's POV
No podía creerlo, ¡me había cerrado la puerta en la cara! Volví a tocar la puerta de una forma más molesta hasta que sentí como abría de nuevo.
Era una chica, de no más de 30 años, tal vez hasta de mi edad. Pero había algo diferente en su mirada, no me miraba a mí y cuando comenzó a hablar de nuevo seguía mirando a la nada.
–Escucha niña, yo no solicité a ninguna enfermera.–Dijo mientras salía de su casa.–Como puedes ver, me encuentro bastante bien.
–Estoy aquí.–Le dije y ella por fin miró en mi dirección.
–Pues te miraría si pudiera ver algo.–Dijo de manera fría y seca. Caí en cuenta del motivo por el cual estaba ahí, ella era ciega. Iba a moverse de su lugar cuando por reflejo natural tomé su brazo.
–Permítame ayudarle a entrar...–De una manera abrupta quitó su brazo.
–Te repito, no necesito ayuda. ¿Crees que en todos estos años viviendo aquí no sé cómo entrar a mi propia casa?–La situación comenzaba a desesperarme.
–¿Si no quería ayuda para que se enlistó en primer lugar solicitando una enfermera?–Dije esta vez con más confianza y enojo.
–Yo no me enlisté.–Por un momento juro que sentí que me miró, pero volvió a clavar su vista en alguna otra parte.–Así que te puedes ir por donde viniste.
Iba a cerrar la puerta de nuevo cuando coloqué mi pie para evitar que cerrara.
–Con todo respeto no me pienso ir. Viajé dos horas para llegar hasta aquí y no me iré hasta cumplir con mi labor.–Ella iba a decir algo hasta que escuché unos pasos acercándose.
–¡Lisa!, ¿qué coño haces?–Miré a aquella chica acercándose con rapidez a la escena.–Hola mucho gusto, soy Rosé.–Me dijo con una sonrisa.
–Un gusto, soy Jennie Kim.–Le tendí mi mano derecha a lo que ella rió.
–Con esta.–Estiró su mano izquierda.–Me hace falta una.–Sonrió de nuevo.
–Dios. Lo siento no me di cuenta de...
–No te preocupes. Veo que ya conociste a Lisa.–Miró a aquella chica que me había tirado la puerta en la cara.
–¿No te dije que no necesitaba una nana?–Le dijo Lisa muy enojada a la chica que acababa de conocer.
–Discúlpala, por favor. Es un poco gruñona.–Me dijo con una enorme sonrisa y con normalidad.–Lisa, por favor. Ella tiene que estar contigo un año como parte de su servicio...
–¡¿Un año!?-Gritó Lisa muy exaltada.–No me lo tomes a mal niña, pero te puedes ir por donde llegaste. No eres mi problema.
–Es usted una grosera.–Le dije sin ningún temor a su respuesta.–No me iré y ya se lo he dicho, en vez de estar aquí peleando como una inmadura podríamos estar adentro mientras le curo aquella herida en su brazo que por lógica no ha visto.
Ella hizo una expresión confundida mientras se llevaba la mano al brazo tocando con delicadeza.
–Mi enfermera también llegó.–Dijo Rosé.–Es una chica linda al igual que la tuya, Lisa.–Le dio un codazo a Lisa mientras ella reviraba los ojos.–No seas tan gruñona y dale una oportunidad. Viene desde muy lejos.
–¿Jisoo es tu enfermera?–Pregunté y ella asintió.
–Se quedó en casa haciendo el desayuno, le dije que yo podía hacerlo ya que ella no tiene porqué pero no pude sacarla de su postura.–Sonrió haciéndome sentir orgullosa por la amabilidad de mi amiga.–Pero vine hasta casa de Lisa porque tenía una corazonada de que no te la pondría fácil.
Lisa seguía escuchando y tenía esa cara de fastidio, supuse que a pesar de todo el no ver nada te genera conflictos todos los días y un mal humor entendible.
Sentí empatía por ella y soporté aquellos desacuerdos acerca de quedarme hasta que Rosé la convenció y a duras penas aceptó.
–Bueno, debo irme a ver a mi chica.–Dijo Rosé, me guiñó el ojo y yo sólo le sonreí negando con la cabeza.
Salió casi corriendo a su casa y me volteé para enfrentar a la ex militar.
–Si no es mucha molestia, ¿podemos pasar, Lisa?–Ella seguía con un semblante serio, giró hacia la entrada, iba a tocar su mano hasta que recordé que no le gustaba que lo hicieran.
–Puedes entrar, no tengo de otra.
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It's cold inside too? [Jenlisa]
FanfictionAños después de la caída de las fuerzas francesas contra el imperio Tailandés, Lisa Manoban, una ex militar queda completamente ciega, su orgullo inquebrantable sede cuando se le asigna una enfermera a su cuidado qué tal vez derrumbe los muros que e...