Capítulo 22

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Lisa's POV

–Bien, Kuma, como repasamos.–Le dije al pequeño cachorro.

–Dios, Lisa. ¿No ves que ya lo tienes aburrido? Ya lo hizo 5 veces.–Me encontraba con Rosé en casa de Jennie mientras ambas le enseñábamos un truco a Kuma, el cual consistía en llevar la pequeña botella que contenía un papel dentro hacia mi amiga.

–No, no veo. Necesita salir perfecto, ¿okey?–Rosé me había ayudado con todo esto ya que yo no podía hacerlo sola.–Kuma, llévale esto a Rosé–Esperé unos segundos y la tomó.–¿Te la dio?

–Sí. Que romántico todo. Nunca pensé que harías este tipo de cosas...me refiero a...

En ese momento la puerta se abrió y busqué la mano de mi amiga para guardar la pequeña botella en mi sudadera.

–Hola, bebé.–La voz de Jisoo se hizo presente en el lugar. Lo que quería decir que Jennie también había llegado.

–Te extrañé.–Le contestó Rosé y lo único que quería era encontrar a Jennie.

Fue entonces cuando sentí sus manos rodearme dándome un abrazo por detrás.–Andan muy cariñosas.–Me dijo y sonreí.

–Todas.–Me volteé para abrazarla más a mi.–¿Cómo te fue?

–Creo que tenemos que hablar...

Aquello no sonaba bien, o al menos todo lo que empezara con esa oración no traía cosas buenas.

–Eh, creo que es hora de irnos.–Dijo Jisoo.

–Gracias por traerme.–Le Dijo Jennie sin soltarme.–Luego te llamo.

Escuché la puerta cerrarse por lo que entendí que ya se habían ido. Jennie me tomó la mano guiándome al sofá y apagando la música que había dejado Rosé.

–Creo que lo primero es decirte que ya firmé todo los pendientes que tenía.–Suspiró.–Fue demasiado agotador enterarme de algunas cosas pero a pesar de eso, pude entender el porqué de otras. Mi mamá ya estaba mal y no quiso compartirlo por alguna razón...

–Hey.–Busqué su mano y la junté con la mía.–Tal vez no quería hacerte daño.

–Eso estuve pensando pero...debió hacerlo. Fui al hospital también, Lisa. Y pasó algo ahí que quisiera consultarte.

–¿Estás bien?

–Si, Lili. O al menos dentro de lo que cabe. Pero, hoy hablé con alguien acerca de algo que necesito preguntarte.

–Te escucho.–Ella dio un largo suspiro pegándose más a mi.

–Hoy mientras pensaba en todo lo que me había dicho el doctor que llevaba el tratamiento de mi mamá vi pasar a un niño con unas vendas en los ojos...–Dejé que continuara.–Le habían realizado una cirugía para recuperar la vista.

Sabía a donde quería llegar pero esperé paciente a que ella terminara.–Entonces hablé con la cirujana que realizó la intervención y hay una posibilidad de que puedas recuperar la vista. Tal vez son más los casos que no han funcionado pero podría funcionar, Lisa. Podrías volver a ver.

Era demasiado para manejar. Aquella era una idea a la que ya me había resignado hace mucho. Me separé de ella y si pudiera verme a través de Jennie mi semblante estaría serio.

–Puedo pagar la cirugía...–Tocó mi rostro.–Hay una posibilidad de que puedas ver de nuevo.

–Jennie, ¿sabes lo caras que son?

–Tengo para pagarla, Lisa. Ese no es el problema.–Comenzó a tocar mis ojos mientras los mantenía cerrados.

–No entiendes...–Le dije.–No quiero sentir decepción, no puedo empezar a tener esperanzas cuando tal vez no funcione.

–¿Y si funciona? Lisa, ¿no quieres volver a ver?

–Claro que quiero.–Tomé su rostro entre mis manos.–Quiero ver a donde voy, quiero ver los atardeceres y las playas y más que nada quiero verte a ti, pero...tengo miedo del momento en el que quiten las vendas y todo siga igual.

Me abrazó y no insistió más. Estaba demasiado abrumada y necesitaba pensármelo bien.

Subí a la habitación en lo que Jennie preparaba la cena y justo ahí en la ducha me di cuenta de algo. Estaba siendo egoísta. ¿Como iba a cuidar de Jennie como había prometido sino veía más que oscuridad?, ¿que pasaba con lo que ella sentía también?

Apagué el pase de la regadera saliendo y colocándome la ropa.

Me senté en el suelo con la espalda en la cama y me quedé ahí por un rato hasta que Jennie entró y sentí su cuerpo sentarse junto al mío.

–Hice Kimchi con arroz.–Me dijo mientras yo colocaba mi cabeza en mi mano alejando todos los pensamientos y dejando solo uno.

–No sé que hice bien en mi vida para merecerte.

–Ni yo con la mía.–Juntó nuestros labios por unos segundos.–Venga, es hora de cenar.

–Bajo en unos segundos.–Cuando ella se fue llamé a Kuma. Había llegado el momento que me había puesto nerviosa toda la mañana. Busqué aquella botella con una nota dentro y cuando llegó aquel pequeño cachorro le di instrucciones.

–Kuma. Llévale esto a Jennie, ¿si?–Sentí como lo tomó y el sonido de sus patas corriendo apareció.

Decidí darle unos segundos a Jennie y bajé a la cocina.

–Lisa...–Se abalanzó hacia mi cuello.

–¿Eso es un si?

–Dios, ¿como te voy a decir que no? Después de todo lo que hemos pasado pensaba hacerlo pronto pero al parecer te me adelantaste.–Kuma había hecho exactamente lo que le pedí. Llevarle aquel frasco a Jennie con una nota preguntándole si quería ser mi novia. Ahora ella lo era y no podía estar más contenta.

–También hay otra cosa.–Se separó de mí un momento sin quitar sus brazos de mi cintura.–Lo haré.

–¿De qué hablas?

–De la cirugía.

Ella me abrazó haciéndome sentir segura, Jennie se había vuelto mi hogar y no podía estar más agradecida.–Todo saldrá bien, Lisa.

It's cold inside too? [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora