It's cold inside too? [Jenlisa]

Capítulo 25

Lisa's POV

Oscuridad...eso era lo único que había conocido durante estos tres años. Tenía tanto miedo cuando escuché que después de 3 años sin ver podía abrir mis ojos y tener o no la posibilidad de recuperar aquello que había perdido.

Podía sentir hasta los nervios de las demás, todas estaban en un silencio absoluto. Después de tranquilizarme comencé a abrir mis ojos lentamente. Esto era diferente a lo de siempre ya que comencé a notar una silueta borrosa que cada vez iba haciéndose clara.

Cuando mi vista comenzó a enfocar vi como una chica con cara de ángel me veía atentamente, tenía aquellos ojos tiernos con formas de gotas de agua, un cabello castaño y unas mejillas preciosas. La miré detenidamente, llevaba una expresión preocupada. La chica que tenía en frente era demasiado hermosa para ser verdad.

Me levanté de la silla acercándome a ella. –¿Tú eres mi...Jennie?

Las lágrimas comenzaron a caer de sus preciosos ojos y miré cómo esbozaba una sonrisa igual de hermosa que ella. Sentí como se paraba mi corazón cuando la vi asentir.

–Lisa.–Me miró e hice lo mismo. Sentí como mis lágrimas caían al igual que las de ella. Tomé su rostro entre mis manos, quería verla más de cerca.

–Dios mío...eres...preciosa.–Ella soltó una risa mientras se sonrojaba lo cual hizo que mi sonrisa creciera.–¿En serio eres mi novia?

–Que sí, Lisa.–Me besó profundamente y al sentir sus labios supe que era verdad.

–Bueno pero también existimos.–La voz de Rosé llenó la habitación haciendo que me separara de Jennie. La miré, con su cabello rubio y largo y como ya sabía, con un brazo menos. La conocía lo suficiente y podía notar que estaba a punto de llorar cuando nuestras miradas se conectaron.

Me acerqué a ella abrazándola.–Sigues igual.–Le dije mientras ella lloraba como un bebé.

–Lisa...estoy feliz por ti.–Sonreí y la solté para mirar a aquella chica bajita que estaba a su lado. Tenía una cara muy tierna y me recordó a los dramas que veía cuando era más joven.

–¿Jisoo?–Ella me miró con una sonrisa familiar.

–Un gusto, Lisa.–Me abrazó y me di la vuelta para darle las gracias a la doctora Jea.

–Eres un milagro, Lisa.–Me dijo orgullosa.

–Muchas gracias, en serio no sabe cómo me cambió la vida.–Ella me explicó los siguientes minutos sobre lo que pasaría y me dio unos lentes para que mis ojos se acostumbraran poco a poco a la luz del día.

* * *

Íbamos en el coche y yo no podía dejar de mirar a Jennie. Detallé cada centímetro de su rostro, era demasiado expresiva cuando hablaba, no podía ocultar sus gestos cuando algo no le parecía y cada vez que sonreía no podía evitar sentir como mi corazón latía más de prisa, pero desde que salimos del hospital Jennie estaba algo cohibida conmigo, cada vez que chocábamos miradas ella sonreía nerviosamente y miraba hacia otro lado. La miré viendo hacia la ventana jugando con sus manos, el sol había caído haciendo que los rayos naranjas y amarillos se colocaran detrás de Jennie.

Me acerqué a ella tomando su mano entre las mías. Ella miró nuestras manos y una sonrisa se instaló en su rostro.

Pasamos el viaje así hasta que llegamos a casa de Jennie. Necesitaba descansar y quedarme unos días en casa hasta que vista se adaptara.

Cuando llegué el primero en recibirme fue Leo.–Qué hermoso eres.–Le dije mientras lo abrazaba. Sabía que tarde o temprano tenía que irse a pesar de que yo no quisiera.

Jennie estaba callada y me acerqué a ella para intentar averiguar qué ocurría.–Jennie, ¿qué pasa en tu mente que no te deja mirarme?

Ella seguía sin verme y supe que algo no estaba bien. Tomé su barbilla levantando su rostro para que me mirara.

–Sabes que puedes contarme cualquier cosa...–Ella me me rodeó con sus brazos.

–Cuando íbamos saliendo unas chicas se te quedaron viendo...–No me había percatado de eso ya que venía demasiado embobada viendo a Jennie.–Eran hermosas y no estoy diciendo que vayas a dejarme pero...¿y si encuentras a una chica más bonita?, hay miles más guapas que yo...

–¿Crees que porque puedo ver de nuevo voy a salir a buscar a otra?

–No es lo que quise decir...Lisa.

–Pues así sonó.

Se llevó las manos a la cara resoplando. Nos habíamos quedado en silencio hasta que comenzó a hablar de nuevo.–Mis mejillas son demasiado grandes y a veces quisiera tener una sonrisa más bonita...

Reaccioné ante lo que había dicho. –¿Es en serio?–Tomé su rostro haciendo que nuestros ojos se conectaran.–Escúchame bien, Jennie. Podrías tener una sonrisa chueca o una nariz no tan perfilada, podrías no tener un brazo o una pierna pero yo...–Acaricié sus mejillas.–Yo te seguiría amando aún más.–Estoy enamorada de cada parte de ti, de aquellas cosas que son invisibles a los ojos. Estoy enamorada de tu risa y de tu voz...de tus chistes y de tus cambios de humor, estoy enamorada de la forma en que tratas a los demás y de cómo te quedaste conmigo cuando pensaba que ya no podía seguir. Estoy enamorada de ti porque eres tan hermosa por dentro como por fuera. Te juro...–Susurré rozando sus labios.–Te juro que eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, porque tienes el corazón lleno de luz y me haces sentir cálida.

La besé de la forma más tierna posible, quería que sintiera el amor que le tenía.

–Te amo.–Le dije soltando sus labios.–Y lo haré siempre.