Eri es una chica la cual nacio con una capacidad singular, usar las runas para conjurar hechizos, también fue contratada por la Broke Destiny para garantizar la supervivencia de la humanidad, protegiendoa vida de un solo individuo.
El nombre de su p...
—Soy una egoísta. —dijó la rubia, quien emanó un aura de energía fucsia, la cuál se transfiere al cuerpo del chico—. Estoy reviviendo a un tipo cansado de vivir. —continuó mientras los huesos del chico se vuelven a enderezar, sus heridas hierven mientras desaparecen—. Y me hago daño a mi misma. —entonces volteó al Rugal, quien parece solo un expectador sin emociones—. No se que me vaya a pasar, pero nunca lo olvides.
El pelimarrón la vió fijamente, antes de responderle, con una agitación de su cabeza, aseguró que se cumpliría su petición.
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El pelinegro siguió contemplando su imagen, aunque no puede hacer mucho con él.
—No parece peligroso, y no habla. —dijó confundido—. Bueno, hablamos luego.
Al voltear vió a una figura cubierta de blanco, sosteniendo una tijera para podar—. Hola, Edgy Santiago, rango S. —dijó una voz femenina con ánimo, se acercó lentamente a Edgy, con una tijera que sus doce dedos sostienen.
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El pelinegro vió arriba de ella, a pesar de que hay una luz iluminando al individuo, no puede ver el origen de tal iluminación.
—Estas en la fase penúltima de tu muerte, en cuanto tus pies desaparezcan cortaré el la raíz de tu alma. —volvió a hablar el ser que oculta sus ojos; en tanto Edgy nota la herramienta de jardinería—. Ah esto, la guadaña es para cuando hay guerras o matanzas.
—Oh, creo que lo entiendo... la muerte. —dijó Edgy extendiendo su mano—. Siempre presente pero a menudo ignorado.
El ente sonríe dándole la mano al chico—. Eres de los pocos que me recibe tan cordial, supongo que no dejaste algún asunto pendiente. —contestó caminando al Edgy innerte sin ojos.
—No, deje cosas pendientes, aunque quisiera saber si... —solicitó Edgy; en tanto la muerte golpea al “Edgy sin ojos” como si de una estatua se tratará—. Si es que podré hablar con mi madre, al menos una última vez.
—Emmmm, lo siento, ella está en un lugar inaccesible. —contestó el ente avergonzado.
—¿Perdón? —cuestionó Edgy confundido.
—Tranquilo, irás al “paraíso”. —dijó haciendo gestos con sus dedos—. Pero no podrás verla, no por ahora al menos. —continuó mientras el chico no sabe que decir.
—Pero-.
—Aunque, solo porque me hablaste bonito. —interrumpió la muerte poniendo su dedo aguantado en los labios del pelinegro—. Veré qué puedo hacer, he tenido un día largo. —agregó relajada—. Cortando almas, dando explicaciones, la tierra es un caos. —dijó sonando fatigada—. Más de la mitad de la población ya ha partido.
