Pulgar.
Me estaba deleitando con las mejores de las vistas, la Alessia en ese vestido me había atrapado por completo, se veía tan preciosa que no podía dejar de mirar conchetumare.
Habíamos llegado a la playa de California, estaba tirado en una silla de playa bajo un quitasol mientras los cabros salían y entraban de la pequeña cabaña restobar sacando comida y copete.
—Una piñita Pal duque.—el Charles se ganó a mi lado extendiéndome una piña cortada a la mitad con copete adentro.
—Gracias príncipe.—Le guiñe un ojo recibiéndola.
—¿Te gusta la vista?.—El Charles apunto hacia adelante dónde estaban las cabras sacándose fotos, mojándose los pies en la orillita.
—Es linda la playa.—Me hice el weon. El Charles se rió.
—Esta es la oportunidad compadrito de hacer un acercamiento más profundo.—Mire raro al Charles.
—¿De que wea hablai?.—Pregunte tomandome la piña.
—De la Alessa po, deberiai intentar acercarte más, es casi el ambiente perfecto weon.—Me reí, salía con cada wea este culiao.
—¿Y a vo te pico la abejita del amor culiao?La Alessa me ve como un compañero noma', los rollos son solo míos.—Me dejé caer en la silla mirándola otra vez, no quería hacerme ilusiones con ella.
—Yo creo que deberiai hacerlo.—El weon se rasco la cabeza, me enderece hacia el.
—¿Que wea pasa Charles?¿por qué tanto interés?.—El weon se rió nervioso y negó.
—ayer en la noche baje a comprarme un dulce, entonces un Italiano se me hacerco preguntándome por la Alessa, me hice el weon nomás.—Arrugue la frente.
—Pero la Alessa es Italiana, puede ser un primo de ella weon.—Me encongi de hombros. El Charles negó.
—No sé weon, pero no me tinca mucho que sea primo.—Sono sincero, mire a la Alessa y al Charles otra vez.
—Primos o no yo no voy apurar las cosas Charles, que se den si se tienen que dar nomás.—Segui tomando de mi piña hasta que escuché al Gary.
—¡Oigan cabros culiaos vengan ayudar a poner la mesa¿O no se pueden la raja conchetumare?!.—Weon fino.
Dejé la piña aún lado rodando los ojos y me pare con el Charles, éramos como treinta weones y nos molestaba a nosotros. Entramos al local y agarramos un mesón grande con el Charles y los cabros y así hasta que sacamos tres, los tiranos nomás y los otros weones los acomodaron. Ahí llegaron las cabras.
—Hasta que aparecen las simias.—Les dijo el Eduardo.
—Parece que vo no tení espejos en tu casa caeza e chancho.—La Alessa le pillisco una tetilla y el weon se rió. Las cuatro entraron y al rato salieron con manteles, servicios y servilletas, acomodamos todo junto con las sillas, hasta que quede alado de la Alessa.
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Amor En La Cancha.[Erick Pulgar]
Teen FictionUna copa América Mixta juntara a ambas selecciones Chilenas dentro de un mismo equipo, hombres y mujeres jugando codo a codo para ganar la copa. El, un nuevo talento que se había dado a descubrir la copa América pasada. Ella, una Italiana que vino a...