Amor En La Cancha.[Erick Pulgar]

Mi Italiano.

Estos días no habían sido muy buenos para mí, me había enfermado brígido. Empecé con una tos, después con fiebre y terminé con vómitos. Hoy era miércoles y el viernes teníamos partido contra Colombia.

Venía reciban saliendo del hospital, me habían pinchado la raja y puesto un suero, tenía el cachete delicado. Al parecer quedarme con la ropa mojada el día de la playa no fue lo ideal, por eso me enferme y los vómitos eran producidos por el entrenamiento, así que tenía reposo absoluto estos días.

Cuando me subí al furgón ya no me sentía tan congestionada, al parecer todos esos medicamentos estaban haciendo su efecto.
En estos días tampoco me había encontrado con el Italiano y lo agradecería encerio.

Con el Erick no había cruzado palabra. Los chiquillos me dijeron que el Italiano había pedido quedarse solo con el Erick para decirle algo, y que quizá por eso andaba enojado. Les contesté que fuera lo que fuera lo que le había dicho no le daba el derecho de hablarme así, que era wea de el si se enojaba o no y tampoco le iba andar rogando para que me hablara el weon.

Cuando llegue al hotel me dieron algo livianito para comer y el Rueda me mandó acostarme, le hice caso por qué quería puro dormir.

—¿Cómo te fue Chanchita?.—Me pregunto la Tiane parándose de la cama.

—Me pincharon la raja.—Le hice un pucherito y se rió mientras me abrazaba.

—¿Que te dijeron?
—Que había pescado un resfriado por ese día en la playa, y por entrenar enferma le había sobre exigido a mi cuerpo por qué según no estaba en las condiciones para tanta actividad física y por eso los vómitos, asi que tengo reposo estos dos días.

—Buta que tení mala cuea, weona po. Quien te manda a dejar la mochila en el furgón, acuéstate mejor, yo voy a llamar a las cabras.

Con la Tiane habíamos juntado las camas, así que las cuatro caiamos sin problemas, yo me puse un pijama y me acosté al medio, la Tiane se ganó alado mío y pusimos una película.

—¡Ya llegó por quien llorabas!.—Grito la Rocío abriendo la puerta de una pata, venía con dos botes de helado, uno a cada lado. Atrás venía la Yesenia con dos botes más.

—¿Tanto helado?.—Pregunte.

—Para la enferma, y uno para cada una.—Les sonreí, la rocio se ganó alado mío y la Yesenia alado de la Tiane, todas teníamos helado de chocolate, nos acomodamos en la cama mientras veíamos Mulán.

—¿El Erick no te ha hablado aún?.—Negue con la cabeza.

—No, y no me interesa la verdad.—Me había puesto en modo avión con el Erick.

—Txa se va en la media vola. Yo creo que es de puro celoso.—La Yesenia se sentó en la cama como poseída y pegue un salto. Dio vuelta la cabeza como maquiavélica.

—Tengo una idea.—Dijo moviéndo las cejas.

—¿Que cosa?.—Pregunte.
—Sacate la ropa.—Me atore con el helado.

Su idea era que subiera una foto a instagram casual pero no casual para que el Erick se prendiera más, de celos o la wea que fuera. Le dije que no me interesaba pero me weaban tanto que dije que si.