Amor En La Cancha.[Erick Pulgar]

Italiano culiao.

—¿Y tú eres?.—Erick culiao.

Gire le cabeza para verlo a mi lado con el ceño fruncido mirando al italiano. El Fede avanzó hacia el con una sonrisa para nada simpática.

—Federico Espina.—Dijo con su marcado acento estirando su mano hacia el Erick.

—Erick Pulgar.—Contesto raro estrechándole la mano, cuando se soltaron el Fede se olvidó del Erick y se dirigió a mi.

—Alessa.—Puso sus manos en mi cuello y me dio dos besos, uno en cada cachete, yo agarre sus muñecas y piola las saque de mi cuello.

—Hola Fede.—Conteste sin ganas. Sabía que en algún momento me lo podía pillar pero no cuando estuviera toda la selección detrás.

—¿Hola Fede?¿Solo eso me vas a decir?.—Solto una risa irónica.—Se te están perdiendo los modales parece.

Y ahí estaba. Arrugue mi frente con molestía y chasquee la lengua.

—¿Y que wea queri que te diga?.—Avance quedando a centímetros de su cara.

—Quiza un como estás, como te ha ido. Cosas así.¿O en la selección ya se te olvidó cómo tratar a la gente?—Sus ojos me miraron fijo, y sentí a los cabros cuchillear atrás.

—Quiza no me interesa saber cómo estai, o como te ha ido. ¿O se te olvida que no a todo el mundo le interesa saber de ti?—Lo estaba diciendo de pura picada, el Italiano me dio una sonrisa amarga.

—Sabes que, yo estoy feliz de verde a pesar de que estés siendo tan borde. Ven, quiero hablar contigo.—Me agarró de la mano con intención de llevarme con él pero me solté.

—No quiero, tengo entrenamiento mañana y quiero dormir.—Gire sobre mis talones cuando su mano agarró mi muñeca.

—No te estaba preguntando, ven Alessa.

—¿Acaso no escuchaste que te dijo que no weon?.—El Erick le agarró el mismo brazo del cual me tenía sujetada.

—¿Y tú qué te metes?—El Fede me soltó solo para darle un palmazo al brazo del Erick mandandolo a volar.

—Que me vení a pegar culiao.—El Erick avanzó hacia el dándole un empujón.

—Y que me empujas tu, Rotito.—El Fede le devolvió el empujón con fuerza y el Erick se  le tiró encima.

—¡Oye no!.—Grite y ahí empezó a quedar la caga. La Tiane me agarró de los hombros tirandome hacia atrás y los cabros avanzaron para agarrar a Pulgar, llegaron tres hombres de traje que quizá cuidaban al Fede y empezaron a empujar a la cabros. Era todo un caos, estaban a puras groserías y Rueda trataba de separar a los cabros con los técnicos. Con las chiquillas al final nos ganamos al medio por qué si no no la iban a cortar.

—¡Erick ya!.—Lo abrace por el pecho apretándolo a mi, me miró hacia atrás con la respiración agitada y los cachetes rojos, el pelo le caía por la frente. El Fede estaba siendo sujetado de los brazos por los hombres con traje, con la camisa arrugada  el pelo desordenado y respiraba todo agitado.

—¿Y para esto dejaste Italia y a mi? Para venir a una selección llena de ordinarios que se andan agarrando como los monos.—Escupio el Fede con rabia.

—Oye Mongo culiao cuidadito que estamos todos aquí por si no te diste cuenta, si no queri que te vuele los dientes de una pata en el hozico mejor andate y deja a la cabra tranquila conchetumare.—Salto el Eduardo ganándose alado del Erick.

—No te entendí ni la mitad, aprende hablar mejor y ahí sí quieres me lo repites.

—¡YA!.—Grite soltando al Erick.