Él.
Un famoso acostumbrado a tenerlo todo, vocalista de la banda Motionless In White, acostumbrado a los excesos y sobre todo a tener a cuanta mujer quisiera.
Ella.
Una estilista sin reconocimiento que trabaja para la famosa banda Black Veil Brides...
Lo que más odio de las giras no es el ir en el camión sola con chicos o el que solo halla un baño. No. Lo que en verdad odio es cuando la querida Juliet nos acompaña.
Todos los malditos viajes con ella son iguales, la mujer me insulta más cuando Andy no está presente porque sabe que me defiende, pero yo no puedo hacer nada, si la golpeo solo haré que me despida Matt y no quiero eso.
-Si Andy, cariño, las putas sobran aquí -le comentó mirándome. Andy estába concentrado en su teléfono así que no lo notó.
-Ajá si, vamos a bajar unos minutos para estirar las piernas -lideró a los demás y bajó del camión sin esperarla.
Cuando todos bajaron tome mis cosas rápidamente con temor de que me vieran y salí del camión. Nadie me ha visto eso es ventaja.
-¿Tus cosas para qué? -escuché la voz de Jake, me volteé y lo miré. Me tomó unos segundos y le di una mirada rápida a juliet-. Oh no, solo ignorala -sonó enfadado sobando sus ojos.
-Ya lo hice, pero ya me hartó la mujer odiosa. Los alcanzó allá -le dije intentando llevar todo a la buena y no crear un escándalo, pero había sido tarde... ya todos estaban aquí.
-¿Nos dejarás? -preguntó preocupado Andy.
-Solo me voy por separado -intenté sonreír.
-Te dije que Juliet no tenía que venir -Cc argumentó furioso.
-¿Ocurre algo?
Genial lo que faltaba. Chris.
-No es tu asunto -contesto Andy mirándolo.
-¿Renunciaste? -me preguntó a mi directamente ignorando a Andy.
-No, solo me voy por separado -expliqué por segunda vez y él negó.
-No, siempre vienes con nosotros -Jinxx me miró y yo levanté los hombros.
-Será diferente ahora -murmuré y Chris tomó mi maleta sin haberlo pedido.
-No te vas sola, te vienes con nosotros -respondio como si estuviera leyendo mi mente. Con la otra mano vacía, tomó de la mía para guiarme.
-No quiero molestar, Chris...
-No lo haces -respondió sin chistar y subió con mis cosas. Suspiré y subí. Todos me saludaron, les devolví el saludo e intenté visualizar a Chris, cuando lo encontré me acerqué a él cual pajarito.
-Gracias por esto.
-No agradezcas -sonrió y me indicó mi cama- estás justo frente a mi.
-Genial, te molestaré cada vez que tenga insomnio -bromeé y él soltó una carcajada, nunca lo había escuchado reír.
[...]
Cuando llegamos y los arreglé a todos, se fueron a ensayar, fui con ellos porque siempre me estaban pidiendo arreglar su maquillaje o su peinado. Así que me quedé cerca.
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