NIÑO MAL PORTAU

QUATTORDICI.

Maratón 3/3.

Cristóbal.

Se me hacía raro que el Felipe le estuviera comentando las fotos a mi prima, pero filo, no voy a conectar cables ahora porque acabo de despertar de una siesta de los dioses...

Mentira, ya eran las 7 y tenía que ir al liceo, como día Martes po compadre.

La Camila ahora iba en mi liceo, había llegado anoche, después de la once con mi papá y la Pía.

El traslado no le costó tanto ya que íbamos como en el segundo mes de clases, creo, perdí la cuenta pero bueno, el tema es que ya estaba inscrita y era nuestra compañera.

Me levanté con toda la flojera del mundo, me había duchado ayer casi a las 1 de la mañana así que no me di la paja de ducharme ahora.

Me puse el uniforme otra vez dejando la corbata como el hoyo y salí de mi pieza con mi mochila hecha porque soy responsable solo en esa huea, en hacer bien mi mochilita.

La Pía estaba tomando desayuno, no sé por qué se levanta tan temprano si aún le queda un año pa entrar a la básica, cosita linda.

A un lado de ella estaba la Camila con el uniforme ya puesto, toda ordenada pero con su pelo un poco revuelto, me comí un pan con tomate y esperé a que mi prima estuviera ahora si 100% lista para irnos juntos al liceo.

Salimos de la casa a las 7:30, no íbamos tarde así que no nos apuramos en caminar y hablamos de la vida, hasta que surgió el tema de cómo se conocieron con el Felipe, ella me confesó que había llegado días atrás y que se estaba quedando con él, quedé pal hoyo, decisión de ellos lo que hacían y si mi mejor amigo se iba a comer a mi prima pa olvidar a la...

Calmao, de eso se trataba po. Ahora si toi uniendo cables, la huea rara.

Luego de que me fui en mi volá unos diez minutos, llegamos a nuestro destino, nos tocaba Historia a la primera hora, así que me la vacilé y me quedé raja.

(..)

Dos horas habían pasado de nuestra primera clase, parecía ser eterno, sólo quería ver a mi porotita que debe estar raja en estos momentos porque por lo que hablamos ayer, iba a salir como las 12 con su mamá al supermercado y recién eran las... 10:30, piola que nos habíamos pasado de quince minutos de recreo, qué bonita es nuestra vida.

Estaba con la Melanie a un lado mío y la Camila junto las otras M al otro lado, ni cagando me juntaba con el Dante porque después de la pelea que tuvimos, ni en pintura quería ver al saco huea.

Una vocecita me sacó de mis pensamientos, era mi prima que me estaba preguntando una huea.

—¿Qué pasó? No pesqué, sori —le dije encogiéndome de hombros haciendo reír a las tres M, mmm me caen mal pero ok, follow en Instagram.

—Te preguntaba que ibai a hacer después de clases, primo —me dijo cruzándose de brazos mientras yo me reía, ella sabía la respuesta pero a mi igual me encantaba responderla porque era lo mejor.

—Me voy a la casa de mi mujer po, ¿qué más voy a hacer? tengo que llevarle unas hueas y un regalito que le tengo. —le dije refiriéndome a un collar que le había comprado a la Sofía el Viernes antes de ir a su casa, de puro hueón no se lo entregué ese mismo día, se me olvidó po, qué se le va a hacer.

—Ah ya, yo voy a salir con las chiquillas así que supongo que nos vemos en la casa —me contestó regalándome una sonrisa a lo que yo asentí, justo en ese momento tocaron el timbre, conchetumare, mi perdición.

Nos tocaba Lenguaje.

(..)

El resto del día se pasó rápido, así que en un 2x3 nos encontrábamos con el Felipe y la Maite camino a la casa de la Sofía, el Dante no venía porque según él tenía que hacer una huea importante en su casa, pero igual lo pillamos yéndose con la Camila y las tres M, en fin se pilla más rápido a un mentiroso que a un ladrón decía mi mamá antes de virarse.

En menos de media hora llegamos a la casa de mi señora, nos esperaba con el almuerzo y con una película puesta en la tele, la conocía, era la favorita de la Sofía... Se llamaba... Sí, Peter pan. Que era tierna esta mujer x el amor de Dios.

Nos sentamos a la mesa a comer papas con ensalada de tomate porque somos lights, obvio.

(..)

Después de un almorzar, nos fuimos al living con unos bowl repletos de papas fritas y cabritas, junto a la coca cola infaltable.

El Felipe se sentó junto a la Maite en un sillón y con la Sofía nos sentamos en el otro, acurrucados porque hacía frío (ella tenía frío, yo tenía más calor que la chucha pero filo, había que complacer sus deseos).

Abracé su cinturita y la apegué a mi mientras le daba play a la película, la mamá de la Sofía no estaba porque había salido a ver si conseguía pega en algún otro lado que no sea en donde se encontraba ahora, ojalá encuentre un lugar menos penca la suegra.

Observé hacia mi lado y vi a una Sofía feliz viendo su película favorita, mientras que por otro lado, el Felipe y la Maite estaban bien apegaitos.

Sentimos la puerta y todos nos sobresaltamos, la Sofía se paró de donde estaba hace unos segundos y abrió la puerta, encontrándose con un Dante, una Camila y las tres M en su puerta, todos nos sonrieron con malicia entrando a la casa.

—¿Qué hacen aquí? —Preguntó la Sofía con una de sus cejas levantadas por semejante situación.

—La Camila tiene algo que decirle a la Maite, ya nos vamos —le respondió la María Paz mientras le sonreía más amplio, algo malo había aquí.

—El Felipe se comió conmigo y además, tiramos.
Así que no te fíes de las cosas que te dice, compañera —y con eso, los cinco salieron de la casa dando un portazo, dejándonos con la palabra en la boca.

La Maite negó y le preguntó mil veces al Felipe si lo que ella había dicho era verdad, mi amigo guardó silencio y sentenció por completo su condena.

La Maite se levantó y le habló a la Sofía al oído para luego desaparecer de nuestro campo de visión, saliendo de la casa.

El Felipe quedó inmóvil, con la Sofía nos sentíamos tensos ante la confesión de mi prima, nadie habló, el silencio inundaba aquella casa, la película se encontraba en pausa.

Agarré a mi mejor amigo y nos fuimos al patio junto a la Sofía para hablar del tema, supuse que le faltaba el aire por lo pálido que se había puesto y este hueon es negro.

—¿Tai bien? —le pregunté antes de abrazarlo, su llanto fue más que suficiente para responder mi pregunta. La Sofía se unió a nuestro abrazo y así nos quedamos por un largo rato.

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Fin del maratón, espero lo hayan disfrutado bebés.

Les amo.

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