SETTE.

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Sofía.

24 horas habían pasado, aún no dejaban que me fuera, pero me habían soltado y me permitieron vestirme.

Gracias a dios no me habían matado o eso creía hasta ahora que no iban a hacer.

Sentí unos pasos acercarse hacia la habitación y me senté sobre la cama ya que estaba en el piso tratando de esconderme bajo ésta pero era imposible.
Apareció el mismo hombre de ayer, pero ésta vez venía con una maleta, supongo que era con dinero.

—Te dejeremos ir, tu mamá nos entregó cierta cantidad de plata que nosotros le pedimos, no le costó nada —me habló soltándome de las esposas que tenía en las manos y en los pies—,  así que ándate de aquí en menos de un minuto o me arrepentiré de soltarte.

24 horas después, Cristóbal.

La mamá de la Sofía me había llamado desesperada contándome que la habían secuestrado, quizás que otras cosas le habrán hecho a la cabra culiá que no se llevó mi auto no más pa su casa, por la chucha nada de esto le hubiera pasado si no hubiera sido por mi culpa, soy irresponsable.

Estaba en la casa de la Sofi, junto al Felipe, la Maite y el Dante, habíamos recorrido las calles de Santiago ayer por la madrugada pegando volantes con la cara de la Sofía cuestionando en él donde podría estar.

Todos faltamos a clases para acompañar a la tía que con éxito, había entregado la plata, pero cuando llegamos a la casa, había una nota que decía "fui en busca de mi hija, entren y espérennos" pegada en la puerta junto a la llave, así que solo pasamos no más.

Una hora después.

La tía llegó junto a la Sofía, la cual venía llorando y con un par de chupetones en su cuello, no me imagino que le habrán hecho, me odio a mi mismo por no cuidarla y ser un saco huea.

—Sofi —me acerqué a ella para abrazarla junto a los chiquillos, ella nos abrazó de vuelta y lloriqueó un poco más.

—Amiga estábamos muy preocupados por ti, te extrañamos —le habló la Maite dejándole besitos en su frente y en su carita, mientras el Dante le hacía cariños en el pelo.

El Felipe estaba shockeado, así lo sentí, me acerqué a él porque se había alejado y lo abracé, me correspondió de una.

—Hermano, pensé que la podíamos perder —dijo antes de soltar un par de lágrimas, así mismo me sentía yo y llegué a pensar eso mismo—, pero está aquí, viva, sana, con nosotros —susurró antes de abrazarme más fuerte.

—Está todo bien hermano, ahora sólo hay que apoyarla y no dejarla más sola, ni cagando —dije y el felipe asintió a mis palabras secándose las lágrimas rebeldes que se le escaparon.

—Gracias por estar aquí, cabros, los aprecio demasiado y son los mejores amigos que puedo tener —nos dijo la sofía mientras se secaba sus lágrimas y nos dedicaba una sonrisa, todos volvimos a abrazarla.

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todo bien en casa amigues?
Sofía está viva, sana y salva pero vendrá con réplicas.
Besos, les amo.

❤️🧡💛💚💙💜🖤

NIÑO MAL PORTAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora