No te olvides del día en que nos conocimos, no te olvides del primer momento en que me hablaste. No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír, no te olvides de los días que estaba triste y tú me consolaste.
No te olvides de mí.
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STAR CITY
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Después de que Ayleen se sintió mejor con su familia en Central City decidió que era tiempo de partir; Caitlin había hecho la mayor cantidad de pruebas que había podido y al final de todo, la única forma de saber si podía viajar con los jinetes era intentándolo. Y en cuanto a descubrir más cosas acerca de sus poderes, ya tendría tiempo de hacerlo cuando volviera.
Claro que no podía irse a Beacon Hills así sin más, pues le había prometido a Felicity que la visitaría, aunque fuese por un par de horas necesitaba.
Así que Ayleen queriendo cumplir con su promesa tomó un tren junto a Scott para ir hasta Star City.
—¿Qué se supone que estás haciendo? —Le preguntó Scott a Ayleen mientras la veía teclear una infinidad de cosas en su teléfono celular.
—Trato de hackear las computadoras de la flecha-cueva. Veré si en este momento están haciendo algo, quizás hayan salido a alguna misión y necesiten ayuda. Usualmente se meten en más problemas que el equipo Flash.
El alfa alzó una ceja confundido y detuvo la caminata de su hermana.
—¿Desde cuándo sabes hackear? —Preguntó con sorpresa.
—Vivo desde hace un buen tiempo con Barry, así que convivo mucho con Cisco y pasé unas cuantas temporadas aquí en Star City, con Felicity, aprendes muchas cosas con ellos.
La chica volvió a caminar y oprimió un último botón en su teléfono. Seguido de eso, conectó el comunicador que tenía en su traje con los micrófonos de las computadoras y los trajes del equipo para poder escucharlos. Eso había sido fácil.
—Un estacionamiento entre Marleau y Hainesly.
—Bien, ya sé a dónde iré. Ahora tú... —Señaló a Scott con uno de sus dedos y le pasó su teléfono celular con una ubicación en el GPS. — Vas a ir ahí, posiblemente te encuentres con Curtis, dile que vas de mi parte.
