No te olvides del día en que nos conocimos, no te olvides del primer momento en que me hablaste. No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír, no te olvides de los días que estaba triste y tú me consolaste.
No te olvides de mí.
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JUNTOS
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Ayleen estaba molesta, frustrada y triste.
Al parecer todos los esfuerzos que habían hecho para traer a Stiles de vuelta no habían funcionado. Por un momento, el grupo pensó haberlo visto, pues algo parecido a un portal blanco apareció junto con una sombra. Sin embargo, nada había salido de ahí.
—Lo vi, Scott. Te juro que Stiles estaba ahí...
—No había nadie Ayleen. —Respondió el alfa mirando con pena a su hermana.
—Lo había... —Murmuró ella con la voz temblorosa. — Él volvió...
Ella lo sentía, sabía que su Stiles estaba de vuelta. Tenía que estarlo, no podía perderlo.
Stiles era su ancla.
Stiles era el amor de su vida.
Stiles era con quien quería compartir los recuerdos más bonitos.
Stiles era todo lo que ella siempre quiso a su lado.
Stiles era... simplemente Stiles.
Habían vuelto a la habitación donde estaban anteriormente, pero ni bien terminaron de entrar cuando Liam los sorprendió diciendo que Scott tenía que ver una cosa, por lo cual solamente las chicas se quedaron ahí.
—Tengo que salir de aquí. —Dijo la menor abriendo la puerta, pero siendo detenida por Malia.
—¿Estás loca?
—Tengo que encontrar a Stiles.
—No puedes irte. —Insistió la coyote.
—Puedo y eso haré. —Respondió ya impaciente Ayleen iluminando sus ojos bicolor.
—Malia, déjala. —Pidió calmada Lydia.— Tiene que ir.
Ayleen le agradeció con una mirada a la rubio fresa y salió de ese lugar a toda prisa, dejándose guiar por un presentimiento que tenía en ese momento. Corrió hasta el estacionamiento donde estaba aquel Jeep azul, pero cuando llegó ahí lo que se encontró en su lugar fueron marcas de llantas en el pavimento.
—Estás de vuelta... —Murmuró para sí misma con una sonrisa, pero esa sonrisa se borró al ver que unas vías de tren pasaban por todos lados y las que estaba viendo en ese momento daban camino a la escuela, así que comenzó a seguirlas, encontrándose con Lydia y Malia en el camino.
Cuando entraron a la biblioteca había muchas personas sentadas en bancas, y arriba, en una de las paredes estaba un tablero. La biblioteca se había convertido en una estación de tren ¿Podría ser Beacon Hills más extraño?
