No te olvides del día en que nos conocimos, no te olvides del primer momento en que me hablaste. No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír, no te olvides de los días que estaba triste y tú me consolaste.
No te olvides de mí.
LEAN LA NOTA AL FINAL DEL CAPÍTULO, CAMBIO Y FUERA.
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FESTIVIDADES PARTE 3
Después del lindo momento que la pareja de adolescentes había compartido, volvieron al córtex más acaramelados de lo que ya eran comúnmente; sintiéndose un poco avergonzados cuando notaron el silencio que había en la habitación y ver todas las mirados posándose sobre ellos, pero fue Lydia quien rompió ese extraño momento de tensión.
—Bueno, ya sabemos que en un futuro se van a casar y antes de que alguien más lo diga, por supuesto que yo seré la madrina. —Murmuró la rubio fresa mientras se sacudía el cabello con una de sus manos haciéndose notar.
—¡Hey! Yo voy a ser la madrina. —La retó Caitlin de forma divertida.
Las chicas empezaron una discusión amistosa entre ella, mientras Noah tomaba a Stiles de los hombros para, posiblemente, darle una charla; pero en la mirada del sheriff se podía notar lo feliz que se encontraba por su hijo. Por otro lado, Scott y Barry se dieron una mirada, pues ambos querían hablar con Ayleen sobre lo que acababa de suceder, pero el alfa pensó que quizás Barry era el más adecuado para aquello, así que le hizo una señal al velocista con la cabeza para que fuera con su hermana.
—No vas a tirar a Stiles por la Speed Force, ¿Verdad? —Preguntó la loba al ver a su hermano acercarse a ella.
—Mhh, pues ahora que lo mencionas...
—¡Barry! —Lo reprimió Ayleen, recibiendo una risa burlona por parte de su hermano.
—Es broma, Ays. —Barry se acercó lo suficiente para poder pasar sus brazos por los hombros de su hermana y así, poder abrazarla, mientras ella, con una sonrisa correspondía aquel abrazo y dejaba su cabeza recargada en el pecho de él. — Estoy muy feliz por ti, es un buen chico, algo sarcástico, pero... si tuviese que confiar en alguien para amarte y cuidar de ti, sería en él.
—Tú estarás ahí para asegurarte de eso ¿A que sí? —Le dijo ella poniendo su cuerpo de puntitas para poder dejar un sonoro beso en la mejilla de Barry. — Más vale que lo prometas por la garrita.
Aquello último al velocista le pareció lo más chistoso del mundo, porque Ayleen literalmente tenía garras. — Así será, lo prometo por la garrita.
Ambos alzaron sus manos con el meñique en alto y con una sonrisa entrelazaron sus dedos apretándolos un poco entre sí, sellando aquella especie de pacto improvisado.
Claro que, ninguno de los dos podría estar seguro de que eso fuese a cumplirse, porque no sabían lo que el futuro tenía planeado para ellos.
Cuando Ayleen se separó del abrazo de Barry, pudo ver a Scott acercándose hasta ella, pero justo cuando el alfa abrió la boca para hablar, un rayo de color azul y otro amarillo cayeron detrás de él haciéndolo hacia un lado. La morena, casi en automático se había acercado hasta él para ver si se encontraba bien, mientras los demás se habían cubierto el rostro por lo cegadoras que habían sido las luces, que también los había hecho retroceder para alejarse del punto de impacto.
