Recordando el día que te conocí.
Una joven Ayleen se paseaba en la madrugada por las frías calles de Central City. Recién salida de un portal que Magnus había creado para que volviera al lugar al que alguna vez fue su hogar; el brujo tenía sus propios problemas y lamentablemente no podía cuidar más de ella, no si la ponía en peligro y menos aun cuando la consideraba la hija que jamás tuvo.
La chica estaba asustada, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Tenía miedo y estaba sola.
Ella literalmente le había rogado a Magnus que no la enviara de vuelta, porque ¿A dónde o con quién iba ir? No tenía más una familia.
"Te prometo que vas a estar bien. Si cuando mis problemas se resuelvan tú aún quieres volver a mi lado, voy a traerte de vuelta"
El brujo besó su frente y después de eso la mandó en un portal.
Ahora ahí estaba ella, se frotaba los brazos con las palmas de sus manos para tratar de calmar el frío, pero los temblores que su cuerpo producía le hacían saber que no estaba funcionando. No le gustaba estar asustada, aún no había aprendido a controlar del todo sus poderes y le daba miedo lastimar a alguien.
Esa noche, sin más que hacer, Ayleen durmió en la banca de un parque.
Por la mañana, los ladridos de un perro la hicieron despertar, ya no tenía tanto frío, gracias a los pocos rayos de sol que iluminaban el día, pero aún estaba asustada ¿Cómo no estarlo? Había dormido en la banca de un parque y probablemente lo seguiría haciendo por un tiempo... Aquello le aterraba, le aterraba que quizás iba a convertirse en una persona que tendría que vivir en las calles; y no es que ella tuviera algo en contra de esas personas, al contrario, admiraba lo mucho que algunos se esforzaban por salir adelante aún en esa situación. Pero ella no tenía experiencia, no sabía qué hacer y estaba dejando que el miedo la consumiera ¿Quién diablos iba a ayudarla?
Su estómago gruñó, pidiendo algo de comida ¿Cómo se conseguía comida sin dinero?
La morena suspiró y se levantó de la banca en la que se encontraba, había un vaso de café tirado en el suelo, así que una idea surgió en su mente mientras lo levantaba.
—Confía en Magnus, confía en que vas a estar bien... Eres fuerte.
Se dio ánimos a sí misma y trató de arreglar un poco el desastre que era su cabello y su ropa.
Caminó un par de calles con aquel vaso en mano, hasta llegar una plaza que estaba cerca de un café llamado "Jitter's" colocó el vaso en el suelo y comenzó a hacer lo único que se le venía a la mente en ese momento, sacar chispitas de electricidad de sus manos.
Los niños que estaban a sus al rededor corrieron a ella asombrados. Eso animó un poco a la chica, juntó sus dos manos y formó en pequeños rayos lo primero que se le vino a la cabeza, un corazón.
ESTÁS LEYENDO
Purple² | Teen Wolf x The Flash.
FanfictionNo te olvides del día en que nos conocimos, no te olvides del primer momento en que me hablaste. No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír, no te olvides de los días que estaba triste y tú me consolaste. No te olvides de mí.