LEAN LAS NOTAS AL FINAL DE LOS CAPÍTULOS, GRACIAS BEBÉS.
Si la manada viviera en Central City sería algo como...
La mayor parte del tiempo el córtex se encontraba repleto de gente, entre los adolescentes que pertenecían a la manada y además de ellos el equipo flash. La mayoría ya se había acostumbrado a que en ese lugar jamás había paz ni mucho menos silencio, era algo que no existía cuando se encontraban todos juntos.
—¡Malia no toques eso! —Gritó Cisco desesperado recibiendo un gruñido por parte de la coyote.— Estoy pensando muy seriamente ponerles correa a todos.
—Hablando de ponerles correa ¿Siguen con el problema de pulgas? —Preguntó una rubio fresa al lado de Caitlin, pues ambas estaban trabajando en resolver un problema en una pizarra.
—Nadie tiene problemas de pulgas, Lydia. Eso solo fue en una ocasión... —Murmuró un poco avergonzado el alfa mirando de reojo a Malia.
—Y para que quede claro, los pulgosos fueron ellos dos. —Dijo Ayleen mientras señalaba a Malia y Scott.— No yo.
—Ow, mi novia no es una pulgosa. Estoy tan orgulloso.
Las alarmas del córtex se encendieron justo cuando Ayleen le tiró su zapato a Stiles.
—¡Cisco! ¿En dónde? —Gritó Barry, quien ya se encontraba listo con su traje de color escarlata.
—¡Están atacando el CCPD!
—Te veo allá.
Fue lo que le dijo Barry a su hermana recibiendo un asentimiento de cabeza como respuesta. Ayleen no tardó mucho en colocarse su traje también; cuando lo hizo sus ojos se iluminaron en su característico tono bicolor y su cabello se volvió completamente morado, levitando un poco por la electricidad que había en el.
—Si necesitan ayuda no duden en decirnos.
La chica asintió ante aquello y después de eso se escuchó el sonido de un trueno, lo último que vieron antes de que la chica desapareciera fue una luz cegadora.
—Mi novia se tele-transporta en relámpagos, mi cuñado corre a la velocidad de la luz y yo... yo tengo un Jeep.
Lydia apretó los labios y palmeó el hombro del chico de lunares un par de veces.
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Purple² | Teen Wolf x The Flash.
FanficNo te olvides del día en que nos conocimos, no te olvides del primer momento en que me hablaste. No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír, no te olvides de los días que estaba triste y tú me consolaste. No te olvides de mí.