Maratón 1/3
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CANAÁN
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—Simplemente no podemos seguir juntos.
—¿Qué? —Murmuró Liam muy confundido.
Ayleen le había soltado la bomba de repente mientras estaban estudiando en la biblioteca. Evidentemente no era el momento, pero ya no podía más, se sentía extraña la relación que tenía con Liam, ella solo quería una amistad. Había comprendido todo, la relación amorosa que se había dado con el chico era un simple relleno de lo que en realidad le hacía falta en su vida, Stiles. Era posiblemente lo que hubiese sucedido si Stiles no existiera, era como estar viviendo una línea temporal de lo que habría pasado si Stiles jamás hubiese nacido.
—Mira Liam... ¿De verdad no te parece extraña esta relación? Dime, ¿Recuerdas cuándo empezamos a salir o cómo fue?
Pero él no pudo responder, porque sinceramente no lo recordaba. A él también le parecía un poco extraña esa relación, por más que sus sentimientos por la loba fueran sinceros, sabía que algo no estaba del todo en su lugar. Podía notarlo mucho más desde que la chica había vuelto de aquel viaje de su tierra. Sabía que estaba más empeñada que nadie en hacer volver a ese Stiles del que tanto hablaban y creía saber el motivo.
—Es por él.
Aquello no fue una pregunta, fue una afirmación.
Ayleen lo miró con un poco de pena, pues sabía que los sentimientos de Liam eran sinceros. Pero no podía estar con él cuando no le correspondía al mismo nivel ¿Le tenía aprecio? claro que sí, muchísimo. Pero no de la misma forma en la que él se lo tenía a ella.
—Aún no lo recuerdo. Solo hay fragmentos en mi memoria de ciertas ocasiones en las que estuvimos juntos. Pero estoy segura de que lo amo.
El chico solo asintió con la cabeza en forma de respuesta, lo entendía. Pero el hecho de que lo entendiera no quería decir que no le doliera.
(...)
La noche había caído en Beacon Hills, después de que Scott y Malia habían ido en busca de al parecer, un hombre lobo que rugió pidiendo ayuda; Scott regresó con unas llaves. Ayleen no preguntó de dónde o cómo las había obtenido, simplemente se las arrebató y se subió al Jeep, porque estaba segura de que eran de ese auto.
La mujer lobo sentía como la mano con la cual sujetaba las llaves se movía nerviosamente, provocando que estas chocaran entre sí y sonora un tintineo.
Observó las llaves por un momento y tras darle una mirada a Scott, colocó una de ellas para tratar de encender el auto.
Trató varias veces, pero el auto no encendía, se sintió un poco desesperada, pero cuando las luces del auto se encendieron y el motor rugió una sonrisa se plasmó en sus labios.
De repente, un chirrido invadió los oídos de ambos, chirrido que provenía de un radio que estaba entre ambos asientos.
Scott estaba por apagar el radio, pero la chica tomó su mano para que no lo hiciera, pues juraría que había escuchado una voz.
—Espera...
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Esa voz. Ayleen conocía esa voz.
Su corazón empezó a palpitar con rapidez, mordió el interior de su mejilla y sintió como sus ojos comenzaban a llenarse de agua.
—¿Alguien me escucha?
Ayleen tomó el radio con mano temblorosa y lo llevó hasta su boca.
—¿S-stiles?
—Stiles, ¿Estás ahí?
—¿Amor? ¿Scott? ¿Son ustedes?
—Dios mío, bebé, Stiles. Podemos escucharte.
La emoción que recorría el cuerpo de la chica era demasiada, la sonrisa que tenía en sus labios enorme y las lágrimas de felicidad bajaban por sus ojos descontroladamente.
—Dios mío, ¿Me conocen? ¿Me recuerdan?
—Stiles... ¿Eres realmente tú?
—Sí, soy yo ¿Recuerdas lo último que te dije?
—Dijiste... dijiste "Recuerda que te amo"
—¿Estás bien? —Preguntó Scott ante aquel momento de silencio.
—¿Dónde estás?
—Iremos a buscarte.
—No. No pueden. No van a encontrarme.
¿Cómo que no podían? Ayleen movería cielo, mar y tierra con tal de encontrar al amor de su vida. Le daba igual si estaba en esa tierra o en otra, le partiría la cabeza a Cisco para que la ayudara creando un portal si era necesario.
—Stiles, ¿De qué estás hablando? Solo dinos dónde estás e iremos a...
—Solo recuerden esto. Canaán, ¿Bien? Deben encontrar Canaán. Solo encuentren Canaán.
Después de eso se escuchó una extraña interferencia en el radio y de ahí, no volvieron a escuchar la voz del chico que tanto habían estado buscando los últimos meses.
—¿Stiles? ¿Cariño?
La voz de Ayleen se había quebrado y un sollozo había salido de ella, pues ahora podía recordar absolutamente todo. Ahora podía recordar a ese chico lleno de lunares mirándola con esos hermosos ojos color chocolate que la hacían volverse loca.
De algo estaba segura. Haría lo que fuera con tal de volver a verlo, aunque fuese una vez más, pero daría todavía más para tenerlo a su lado durante toda la vida.
Porque después de todo. . .
Stiles era la luz que iluminaba su tormenta.
N/A
Hola, rayitos de luz.
Para tratar de compensar un poco mi ausencia les traigo un mini maratón.
No se olviden de votar y dejar sus comentarios.
Espero que los capítulos sean de su agrado.
¡Muchas gracias por leer!
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Purple² | Teen Wolf x The Flash.
FanfictionNo te olvides del día en que nos conocimos, no te olvides del primer momento en que me hablaste. No te olvides de todas esas cosas que me hacen reír, no te olvides de los días que estaba triste y tú me consolaste. No te olvides de mí.