En la mañana, me desperté y lo primero que hice fue tomar un vaso de agua. Mi garganta estaba seca, odiaba dormir con la boca abierta. Todo estaba en silencio, no había nadie a parte de mí en un departamento muy pequeño. Todo estaba ordenado e impecable, como siempre.Miré mi mesa y... ahí estaba. Ese aparato que me ha ayudado mucho la mayor parte de mi vida.
No lo odiaba, pero a veces me gustaría sólo no usarla más. Miré en mi espejo mi rostro brillante, sin ningún rastro de desvelo y con un valor me dispuse a cantar algo, pero sólo salió un grito distorsionado.Golpeé la pared y me dolió tanto que pensé que me había roto un nudillo, pero no pasó nada.
Suspiré pesado, quería hacer algo diferente hoy. Quizás ahora ya no quiera tomar una taza de café solo. He sentido un pequeño vacío que no se presenciaba hace mucho. Quizás la visita a un café estaría bien. Era verano, no hacía frío, entonces no necesitaba llevar un abrigo, pero si una camisa de manga larga. De todos modos, el sol nunca me gustó.
Agarré ese aparato y lo coloqué en mi cuello, justo en donde se ubican mis cuerdas vocales si es que las hay. Lo encendí, tomé mis llaves y abrí la puerta viendo la alfombra de ese pasillo. No había nadie. Miré una vez más mi departamento y cerré la puerta.
...
Había una cafetería no muy lejos de aquí, me imagino que es bueno pero la gente era poca. Quizás a esta hora no es de multitud.
Su fachada era muy minimalista, era bastante linda, con tonos negros con rosa pastel y plantas con flores amarillas.
Entré normal y vi varias personas que ya estaban en la 5ta década, con razón todo era tranquilo. Me senté en una mesa que era para dos personas, pero no había otra persona que ocupe ese asiento. Aún así no me importó.
Un chico fue a tomar mi orden, era alto con unos labios carnosos. Era alagado por varias señoras del mismo lugar.
─ Buenos días ¿qué va a pedir?─
─Un café ─ el chico se asustó cuando la maquina habló. Realmente fui yo quien lo hizo, el aparato sólo limpió la distorsión.
─Ah.... ¿cómo quiere su café? ─ dijo ya más tranquilo.
─Sólo tráeme un café─ volví a decir. El chico de inmediato se fue.
Cuando volví a quedarme sólo, miré esas personas que compartían un rato agradable con su compañero de enfrente. Yo sólo saqué mi celular y me puse al día con las noticias.
La puerta se abrió y de ella cruzaron dos jóvenes. Discutían algo, pero no escuché.
Volví mi vista a la pantalla y de la nada se escucha un ruido estruendoso, rápido giré y noté como el chico alto ayudaba al otro a caminar.─Oh... Cuidado cariño─ dijo una señora de por ahí.
─Si, mi señora, discúlpeme. ─ le dijo sonriente.
Se sentó en una silla con su compañero y de inmediato el chico que antes me atendió se acercó a ellos.─Hoseok, discúlpame, acabamos de mover esa mesa, en seguida lo quitamos de ahí─.
─Oh, Jin, no te preocupes, estoy bien─ sonrió amplio y el chico antes mencionado sólo le acaricio la cabellera. ─Jin me has despeinado─ bromeó.
─¿oh? ¿Estabas peinado?─
─Namjoon ¿estaba peinado?─ preguntó el chico sonrisas.
─Estabas... ─ respondió el mencionado.
─Arréglalo─
Los tres rieron juntos.─Te traeré tu orden. Namjoon ¿qué vas a querer? ─
─Esta vez un capuchino ─
─En seguida─ el chico se acercó a la barra y tomo mi café.
Cuando vi que venía regresé mi mirada a la pantalla para que no se diera cuenta que los observaba.
─Aquí tiene─. Pone un pequeño bol con varios tipos de azúcar y una cuchara pequeña. ─¿se le ofrece algo más?─
Moví mi mano y con eso di a entender que era todo lo que necesitaba. Este se retiró y pasó su mano de nuevo por el cabello de ese chico con la sonrisa impecable. Lo hizo enojar porque había desordenado su cabello otra vez.
Tomé el café normal, mirando la pantalla de las cosas que pasaban durante los días de verano. De vez en cuando alzaba mi mirar hacia esos chicos. Eran los únicos jóvenes clientes (a parte de mi) en toda la cafetería. Estaba pensando que podría ser bueno venir de vez en cuando, pues todo era muy tranquilo a excepción de aquellos.
Al chico sonrisas le habían llevado una rebanada de pastel y un café. Al otro chico más alto le llevaron lo que pidió.
─Entonces, yo estaba cocinado carne y el aceite saltaba mucho, cuando me tocó la mano me asusté demasiado que salió volando la pala─ los dos se echaron a reír por esa anécdota que en mi punto de vista fue ridícula.
─¿de verdad eso pasó? Con razón tu grito, casi me caigo de la silla, Nam─ dijo el chico sonrisas.
─pensé que estabas en la cama─
─Si, pero me cambié. Sabes que no me gusta estar mucho tiempo en un sólo lugar. ─
<<No le gusta estar mucho tiempo en un sólo lugar>>
Lo repetí en mi cabeza. No sabía el porqué.
—pero me encanta estar aquí— miré ese chico que estaba siendo alimentado por el otro. Empezaba a pensar que ese chico tenía algo con ser servido. Quizás era su sirviente y él un inservible.
—Eso me lo sé perfectamente, Hoseok— dijo el segundo y le acercó otro bocado —abre...— este lo hizo.
<<¿qué rayos?>> pensé. Estaba viendo a un niño siendo alimentado por su mamá.
Pasó un rato en donde ellos bromeaban con todo. Incluso en un momento cierto, se les juntó el mesero alto de labios carnosos. El chico sonrisas se terminó todo lo que le llevaron y cuando fue la hora de pagar el primero que se levantó fue el chico sonrisas. Le llevaron la cuenta y susurraron algo, no escuché. Después de eso se abrazaron.
—¿moviste la mesa?— dijo el chico uno.
—Así es...— dijo el chico mesero.
—¿qué haces?— el chico uno empezó a caminar tocando todo. Su amigo trató de agarrarlo, pero este se soltó.
—Yo puedo, Nam— Caminó un poco hasta llegar a la puerta y la empujó, pero esta no se abrió. —del otro lado— al final si logró salir.
<<Curioso... >> me levanté yo para pedir la cuenta y me dispuse a ir. Un día de tantas cosas de que pensar.
Un chico que es manejado por otro, en un café para abuelos con amistades dentro de el. Con vista perdida todo el tiempo, pero su sonrisa nunca se quebró. Quizás ese chico tenía algo más que carísma.
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𝕊𝕚𝕟 𝕧𝕖𝕣. 𝕊𝕚𝕟 𝕙𝕒𝕓𝕝𝕒𝕣.
FanfictionAU SOPE Un chico que siempre está sólo en las calles de la ciudad, en todos lados, tan callado como un pez. Su tez tan blanca como la misma nieve en invierno, con un caracter de piedra. Se frecuenta mucho con un chico en la cafetería, su sonrisa no...