CAPÍTULO 15

173 21 1
                                    


Narra Yoongi

Después de retirarme de esa casa color verde, volví a mi departamento gris a dormir un poco, pero no logré hacerlo, estaba muy nervioso.

Iba a tener una cita oficial con Hoseok, estando a solas, en un lugar privado. Había estado planeando esto desde hace unos días. Mi corazón latía con ansias deseando que todo saliera de maravilla.

Noona, mi vecina, me hizo el favor de prestarme una canasta. Mi plan era una bella cita como en los viejos tiempos. Nunca pasan de ser románticos aquellos detalles, esperaba que a Hoseok le gustara.

Con una bicicleta para parejas fui a su casa el día siguiente. Hoseok no tenía idea de lo que le esperaba, tampoco tenía idea de cuánto me costó conseguirlo.

Namjoon era irritante cuando se comportaba como una madre sobreprotectora. Incluso me amenazó si llego a hacerle daño a su joya. Si alguien quisiese hacerle daño a Hoseok, primero tendría que pisar mi cadáver.

El chico ciego se vio tan sorprendido de saber que estaba ahí por la mañana. Su rostro se iluminó cuando le dije que me lo tenía que llevar. No podía creerlo, no paraba de sonreír ni reír.

—¿a dónde me llevarás? —

—Es una sorpresa— le dije.

Lo subí en la parte de atrás de la bicicleta y este se aseguró de sujetarse de mi cintura. Era una sensación muy bonita, junto con sus mejillas en mi espalda, era igual que en esas películas románticas.

Nos despedimos de Namjoon y lo dejamos atrás para dirigirme a la primera parte de mi plan.

Hoseok disfrutaba del aire que golpeaba su rostro, daba profundas inhalaciones para que sus pulmones se llenaran de la frescura del ambiente mañanero. Yo disfrutaba mucho que Hoseok estuviera aferrado a mí.

—¿de dónde sacaste esta bicicleta? ¡Es muy curiosa! —

Secretos

—¡¿por qué no quieres decirme nada?! — me quedé en silencio y este al no oír nada de parte mía, hizo un puchero contra mi espalda.

Nos apartamos de la ciudad después de un rato andar con la bicicleta. Lo había llevado a un lugar lleno de vegetación, esos parques gigantes color verde y con poca gente. Había colinas pequeñas con árboles enormes con sus copas frondosas. Ayudé a Hoseok a bajar de la bicicleta y lo guíe rumbo a una de esas pequeñas colinas.

—¿dónde estamos? — me preguntó.

En un parque

—Hay mucho silencio, puedo escuchar los insectos—.

Era impresionante lo bueno que eran esos oídos. No me había percatado de los sonidos hasta que él los mencionó.

Al llegar a lo alto de esa colina, había un árbol que nos permitía tener sombra y frescura. Cerca, dejé la bicicleta y tomé la canasta con las cosas.

Sé que te gusta mucho la naturaleza — le ayudé a sentarse en el pasto —, y la rica comida— este me asintió sonriendo —así que te traje a un picnic—.

El chico se ruborizó ante todo. Su mirada perdida era muy bonita junto con esa sonrisa.

De la canasta saqué un mantel y cubrí el suelo. Del mismo saqué un ramo de flores que Jimin había preparado y se las acerqué a su nariz para que pudiera percibir el aroma. Inmediatamente lo logró y las tomó para hundir su rostro en ellas.

—Muchas gracias, Yoongi —me hizo sonreír y le di un beso en su mejilla que hizo sonrojarse más.

¿sabías que me gusta mucho verte sonrojado?

𝕊𝕚𝕟 𝕧𝕖𝕣. 𝕊𝕚𝕟 𝕙𝕒𝕓𝕝𝕒𝕣.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora