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Hace dos semanas había vuelto al trabajo, con subidas y bajadas tanto de sus malestares como de sus emociones, hoy se encontraba especialmente irritada, quería vomitar y si alguien se atrevía a decirle algo podría estar en peligro de sufrir su furia sin bases, solo no quería que nadie la molestara, pero eso no estaba en los planes de los demás, ya todos estaban enterados en el trabajo de su embarazo, ya era notorio a sus casi cinco meses pero nadie se había atrevido a preguntar, solo la habían felicitado.

Escuchó unos golpes en la puerta de la oficina.

-Adelante- dijo sin ánimos.

-Sun Hee, te traje algo de almuerzo- le dijo una de sus compañeras.

-Gracias Viveka, no te hubieras molestado- Viveka era una practicante de padres alemanes que residían en Corea.

-Debes cuidarte, se que algunas veces en el embarazo por los malestares lo que menos quieres es comer, pero prueba un poco, me iré cariño, come a gusto- Viveka se levantó de su asiento y le dejó el recipiente al frente, la muchacha tenía una niña de dieciocho meses y le ha estado aconsejando desde que salió del hospital.

Sus emociones últimamente han sido una montaña rusa y teme que no solo sea por el embarazo, su amistad con Hoseok se ha estado reforzando, pero después de la noche que la visitó no ha sido igual para ella. Por su bien, lo mejor sería alejarse y no crear lazos con ellos, después de tener a la niña no tiene nada que la vincule a ellos y teme sufrir las consecuencias, se ha estado mintiendo así misma.

Su cabeza estaba dando vueltas a la situación una y otra vez, su corazón dolía con la realización pero no podía evitarlo, quería escapar de sus sentimientos, había ayudado que los chicos estuvieran con sus padres, los mantenía actualizados y ellos le dijeron que ya tenían el nombre para la bebé pero hasta que volvieran se lo dirían.

Hoseok la visitaría ésta noche, ella haría la cena, sabe que el chico solo lo hace por la bebé, pero eso no evita que algo florezca en su corazón.

-Hola Hoseok- contestó cuando escuchó su teléfono.

-Pequeña Sunnie, hoy no podré ir a verte, mi hermana está enferma y cuidaré a mi sobrino mientras mamá la  lleva al hospital.

-No te preocupes, cuida bien de tu sobrino y espero que tu hermana se recupere bien.

Bien, no debería estar triste, eso era lo que quería, distancia.

-Gracias amiga, mañana llevaré sabrosa comida y cenaremos.

-No te preocupes, yo puedo hacer la cena.

-¿Qué te parece si los dos preparamos la cena? no soy experto pero te puedo ayudar.

-Me parece bien.- Hoseok se despidió y colgó la llamada, Sun Hee sentía que su corazón palpitaba fuerte.

-No, por favor no, solo unos meses, debo resistir solo unos meses- Si antes no tenía apetito mucho menos ahora.

En unos días sería el concierto de los chicos, ella todavía estaba pensando que tan buena idea era ir, estaba pensando ir con gorro, tapa bocas y amarrar su pelo, casi todas iban así por lo que no la tomarían en cuenta, había hablado con Sook e ir al concierto no suponía un riesgo para la bebé siendo que iban a zona preferencial dónde no tendría riesgo de ser empujada.

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Yoongi y Jimin estaban en casa del mayor almorzando con los padres de éste, era su última parada antes de volver, con los podres de Jimin había ido todo bien, bueno luego de tremendo regaño recibido por parte de ambos padres, por no pensar en la niña y los viajes que ambos hacen y sobre todo cómo se le había ocurrido alquilar un vientre, tratarlos de irresponsables por no pensar en los riesgos, ni que se les hubiera roto el condón.

Nuestro Mayor Secreto || Yoonmin (Primero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora