Conexión

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Debía ser una broma ¡Aquel niño insoportable lo estaba matando!

¿Era enserió? ¿Por qué estaba el ahí? ¡Si pensó que seis años de primaria eran mucho debió meditarlo dos veces antes de pensar en ello!

Debió asegurarse de que ese niño tonto no estuviera con el antes de festejar.

Seis años de primaria y tres de secundaria. Nueve años viéndose crecer junto a Goku, ¡no pudo pedir mejor compañero de clases!

Qué vergüenza que alguien se enterara que tenía que ver algo con ese mocoso escandaloso que se paseaba por todo el salón deslizando un estúpido avioncito de papel.

No entendía nada y no es que él se estuviera imaginando cosas ni mucho menos, pero sentía que cada día que pasaba junto al pelipalmera, una conexión inexplicable iba creciendo entre ellos.

Ya era demasiada coincidencia que, de entre casi cincuenta compañeros de la primaria solo ese niño ruidoso estuviera en su nuevo salón.

No lo odiaba, solo le desesperaba su actitud infantil y su capacidad para meterse en problemas, lo sociable que era y lo fácil que le resultaba hacer amigos, a pesar de que él tenia aptitudes de líder el otro había demostrado serlo por simple naturaleza.

Cuando pasó por un lado de él imitando de una horrible manera el sonido de un avión le dio un golpe en la cabeza, lo suficientemente fuerte para hacer que el papel doblado se le cayera al suelo.

— ¡ya me enfadaste, maldito insecto! — le gritó, dando un paso para pisar el avioncito y quitarle su forma.

Pudo ver como el pelipalmera se congeló cuando sintió el impacto en su cabeza. Se esperaba una buena gritadera por lo que había hecho, después de todo Goku no había hecho nada malo más que pasar por donde estaba su nuevo lugar. Ni siquiera se había sentado por estar esperando a que el niño notará que él estaba ahí.

— ¿Vegeta? — le preguntó y automáticamente la confusión y la molestia por lo que él había hecho despareció de sus ojos, mostrando una alegría genuina al verlo — ¡¡Vegeta!!

— sabandija — contestó con un asentimiento de cabeza y lejos de que el niño se molestara por sus palabras su mirada simplemente se iluminó — ¿por qué no te puedes comportar como alguien de tu edad?

— perdón, estaba nervioso — respondió bajando la mirada al pie de él, viendo su avioncito de papel aplastado — no sabía que ibas a estar conmigo, si lo hubiera sabido no hubiera hecho algo para molestarte.

El solo bufó, un poco culpable por haber destruido el juguete improvisado del pelipalmera.

Suspiró y abrió su mochila, sacó un cuaderno y le arrancó una hoja impecablemente limpia.

¡Estaba harto de sentirse culpable cada que hacía algo para molestar a Goku!

— ¿q-que haces Vegeta? — preguntó un poco aturdido al ver como sus manos doblaban el papel con destreza hasta convertirlo en un nuevo avión de papel.

— toma — se lo entregó desviando el rostro, regresando todo a su mochila para sentarse en su lugar — no te acostumbres Kakarotto.

— ¿no hay forma que dejes de llamarme Kakarotto? No me gustaría que todos comenzarán a llamarme así — preguntó el pelipalmera viendo el sonrojo que adornó su rostro.

— así te llamas, ¿no?

— sí, pero Goku se escucha menos agresivo que Kakarotto.

-— Kakarotto se queda — respondió confundido por la emoción que repentinamente lo invadió.

¿Por qué rayos Kakarotto se había emocionado por negarle aquello?

Seguramente era muy fuerte esa sensación, si no, ¿por qué alcanzaba a sentirla?

— ¡¡ya lárgate de aquí!! — le gritó al darse cuenta de que estuvo a punto de pensar de nuevo en su absurda teoría sobre la conexión entre ambos.

El pelipalmera soltó una leve risita, acostumbrado a sus repentinos cambios de humor, y se alejó, llevando consigo aquel avión como si fuera su más grande tesoro.

Por eso no le sorprendió cuando a la hora del recreo lo vio sentado bajo la sombra de un árbol, con la cara hundida entre las rodillas mientras su mano se aferraba a una bolita de papel.

— Kakarotto — lo llamó mientras torcida los ojos, debió suponer que alguien más vería de manera irritante el comportamiento del niño.

— V-Vegeta — sollozó levantando la mirada cargada de lágrimas, cerrando con más fuerza su puño.

— ya cállate Kakarotto, te haré uno nuevo — bufó extendiendo una mano para ayudarlo a levantar.

Casi se cae encima del niño cuando sus rodillas flanquearon y volvió a caer al suelo.

— ¿Estas tonto o qué? — le reclamó al verlo de nuevo en el piso, con el ceño fruncido mientras veía una mueca de dolor dibujada en el rostro del niño.

— es que me duele jeje — respondió Goku curvando los labios en una sonrisa forzada.

Apenas lo notaba. El pantalón del pelipalmera estaba rasgado de la rodilla mientras una mancha de sangre crecía en la mezclilla, y por el agujero que había quedado se veía la rodilla abierta del niño.

— me quitaron mi avión y l-luego me empujaron — dijo rápidamente Goku al ver su ceño fruncido clavarse en la herida.

— no digas una sola palabra. Súbete Kakarotto — ordenó dándole la espalda, esperando a que el pelipalmera se trepara a su espalda.

Casi se arrepintió de su buena acción en cuanto sintió una nueva oleada de emoción y el enojo que lo había invadido cuando se imaginó a unos adolescentes de algún grado superior empujando al pelipalmera desapareció.

Estos tres años iban a ser terriblemente difíciles si sus propias barreras se iban desmoronando cada que ese niño se cruzara en su camino.

Amor [Truten/Kakavege]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora