La paz, aparentemente no quiere perseverar en el planeta tierra. Esta vez el equilibrio del universo se ve afectado cuando el "Mas allá" y el universo de los mortales se mezcla.
Un plan maquiavelico resulta iniciar un amorío entre dos saiyans que c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador obnicente.
—¿Goku?.
El ser más poderoso de todos, se encontraba buscando al de melena alborotada por todos lados.
No había rastros del saijayin y eso preocupó aún más a Zeno-sama.
—¡Zeno-sama! —llamó alterado Daishinkan.
Había regresado urgentemente de su junta. Una de las camaras de seguridad emitió una alarma, preocupando a la mano derecha del rey del todo.
—¿Qué sucede? —interrogó el de pequeña estatura. Giro sobre su eje para mirarlo a la cara— Daishinkan ¿Sábes dónde está Goku?.
—Lamentablemente, si. Zeno-sama, alguien entró en el espejo mientras usted estaba hablando con nosotros.
—Le advertí a Goku que no tocara nada —cuestionó, presionando su mano en un puño.
—Y obedeció Zeno-sama, sorprendentemente —agregó lo último sin poder creerlo.
—¿Entónces que sucedió?.
—Alguien entró en el espejo, el señor Goku estaba en la cosina buscando un aperitivo cuando esto pasó —decía acaparando la genuina atención de Zeno-sama— regresó al cuarto, un sujeto llamado Broly también estaba ahí dentro, traspasó el beyond. Entonces, sin pensarlo dos veces: el señor Goku corrió para buscarlo.
Zeno-sama se quedó en silencio por un segundo. Acudió a su habilidad y entró en los recuerdos de Goku.
—Es un Saijayin que intentó destruirlo en el pasado —comentaba según divagaba en sus memorias— fue por orden de su padre. Al parecer no sabía controlar muy bien sus poderes.
—¿Qué razón tendría para entrar en el espejo?.
—Su padre —opinó el bicolor— Freezer, el peleador del universo 7 lo mató ¿Crées que sea tan fuerte como Goku?.
Lo último lo dijo con ligero entusiasmo.
—Zeno-sama, sígame hay que sacar al señor Goku de ahí.
—¿Estás preocupado por el universo Daishinkan? —lo interrogó con curiosidad, a lo que el supremo suspiró con fastidio.
—Inevitablemente, Zeno-sama.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
