¿Doce años?
¿Doce malditos años? ¿Era posible estar enamorado de alguien durante doce años?
Eso ni siquiera era posible, ¿cierto? No. Por supuesto que no. No había forma de que un amor platónico de la infancia pudiera durar tanto.
¿Doce años, enamorado de él? ¿De alguien como él? ¿De verdad?
Seguramente estaba mintiendo, no pudo haberlo amado a pesar de todo. Arthit era un desastre, un niño travieso. Como cuando apenas tenía diez años, Arthit se enojó con Kongpob porque no lo dejó ganar durante un juego y lo empujó en la fuente que estaba en el patio detrás de la casa. Kongpob estuvo enfermo durante más de una semana por haberse bañado en el agua sucia y estancada. Definitivamente no estaba enamorado de él en ese momento, ¿o podría?
O, ¿qué tal con aquella ocasión cuando Arthit descubrió el escondite secreto de Kongpob, donde solía guardar sus chocolates que tanto apreciaba, y Arthit se comió la mayoría de ellos? No pudo haberlo amado a pesar de eso, ¿cierto? Además, esa había sido, probablemente, la única vez que Arthit vio a Kong lloriqueando.
Y luego estaban las muchas, demasiadas noches en las que Arthit había obligado a Kongpob a ayudarlo con su tarea. Y la palabra "ayuda" era una exageración, ya que la mayoría de esas veces Arthit se rindió y esperó a que Kongpob contestara los problemas por sí mismo. Incluso, simplemente dejaba a Kongpob haciendo su tarea mientras él se escapaba de casa para pasar el rato con sus amigos, o ir a alguna cita con una chica.
Por supuesto, Arthit no podía olvidarse del tema de las novias porque seguramente, todos esos sentimientos de amor que Kongpob sentía por el debieron ser eliminados cuando Arthit llevó a más de una chica a su habitación para que no lo descubrieran. Dado que no era muy astuto en pasar desapercibido, casi todos en su casa sabían cuándo había una chica en su habitación, lo que obviamente incluía a Kongpob. Y en realidad, Arthit incluso recordaba haberle presumido más de una vez sus conquistas a Kongpob.
Y si recordar las innumerables ofensas y desprecios que tuvo hacia Kongpob en su infancia no fue suficiente para hacerlo sentir un desastre, se avergonzó terriblemente cuando pensó en la ofensa más grande que había hecho en su vida. Si lo que Kongpob le había dicho era cierto, y tomando en cuenta que literalmente no tenía razón alguna para dudar de él, básicamente había obligado a Kongpob a vivir bajo el mismo techo que él mientras Arthit se paseaba alegremente frente a sus ojos con su novia, Nam.
Arthit hundió el rostro en sus manos mientras recordaba todos los meses de tortura por los que hizo pasar a Kongpob. Todas esas ocasiones en las que Kongpob estuvo obligado a abandonar el departamento y dormir solo en alguna parte de la calle, mientras Arthit se hundía en el interior de su novia.
¡Carajo! Kongpob, literalmente, incluso había entrado una vez a la habitación mientras ellos habían estado teniendo sexo.
Arthit suspiró mientras seguía reviviendo el pasado año en su mente, pensando en su supuesto triángulo amoroso. Dándose cuenta de todas esas veces en las Arthit lastimó a Kongpob, no sólo con su relación, también con sus acciones. Kongpob era demasiado bueno para él, o un simple masoquista. Porque, ¿quién en su sano juicio aceptaría vivir con la persona que supuestamente ama y con su entrometida novia? ¡Nadie! Era una tortura garantizada. Pero lo había. Y ese era Kongpob.
No era solo un tonto, era un maldito idiota.
El idiota más grande, más estúpido, más tonto y más lindo que hubiese existido nunca. ¿Por qué iba a pasar tanto sólo para mantener la boca cerrada sin decirle a Arthit sobre sus sentimientos? ¿Qué pensaba Kongpob que diría Arthit si le confesaba sus sentimientos? Pero, sobre todo, ¿cómo fue que el comportamiento de Arthit no menguó lo profundo que era el amor de Kongpob hacia él?
![](https://img.wattpad.com/cover/184295793-288-k623436.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Si el mañana nunca llega
RomantikKongpob y Arthit han sido amigos toda la vida, algo que hizo que inevitablemente Kongpob creciera admirando a Arthit, y que con el tiempo se enamorara de él. Después de un tiempo de haber estado separados, sus destinos han vuelto a unirse. Y ambos l...