Primera cita

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Desperté, enciendo la televisión y checo mi teléfono, tengo 1 mensaje de él, uno bastante largo con instituciones.

MasterD_   02:55
Buenos días, Honey, el día de hoy iniciaremos con tu doma. Es necesario vengas depilada por completo, quiero que te maquilles natural pero con los labios rojos, recalco, rojo, no tinto. Haste un moño alto y ponte lo siguiente; falda negra con medias a medio muslo, pero sin bragas, tu brasier debe de ser negro igualmente, la blusa la dejo tu elección, sorprenderme. No olvides tus zapatos de tacón, aquellos con los que nos vimos el primer día. Te veo a las 3:45 en la avenida principal. No quiero que llegues tarde y trae lo necesario, no me aparece ver una bolsa del tamaño de las que llevas a la universidad. Algo pequeño, mete unas bragas a juego.


Leo el mensaje dos veces, está siendo muy directo, sin despedidas, sabe que me verá después, estoy comenzando a acostumbrarme a ello, y lo peor es que me gusta.


Isabella69 09:45
Lo veré a la hora que me indicó, Señor, espero sorprenderlo.


Me levanto y voy a desayunar, es momento familiar, me pongo mi bata y bajo. Mi madre preparó chilaquiles, mejor desayuno no podemos tener. Apenas terminamos les digo que saldré, les digo que iré con mis amigas, Yesi y Viri, a ellas necesito pedirles que me cubran ante cualquier cosa. Sé que no marcarán o preguntarán pero son mi contacto de seguridad y les mandaré mi ubicación, aún no puedo decirle de esto a mí prima.

Me quedo en la cama por media hora pensando y debatiendo en mi cabeza, ¿estoy haciendo lo correcto? ¿Esto está bien? ¿Una relación sin nada más que sexo? No es algo que he aprendido y en realidad eso es lo que más me preocupa, sí mi paz mental será la que me deje continuar.

Le marcó a mi amigo Víctor por un consejo espero que pueda responder. No es la hora usual que solemos llamarnos. Sé que verá mi llamada, así que lo dejo para que la regrese.

Bajo con mi prima y me recuesto en su cama, sé que no puedo contarle todo, pero necesito decirle algo. Aún no comenzaremos a hacer la limpieza de la casa así que hay tiempo.

—¿Puedo hablar contigo?

—¿De cuando tan formal? —dice riendo—. ¿Qué pasa?

—Conocí a alguien.

Veo su cara de emoción, me siento en la cama y comienzo a hablarle.

—Es más grande que yo, lo conocí en la universidad y me invitó a salir.

—¿Y que pasa? Me refiero a que ¿por qué estamos hablando de este tema? Siempre me dices hasta que ya hiciste las cosas.

—Porque tengo dudas, estoy  confundida nerviosa, estresada, quiere que nos veamos hoy y ni siquiera se cómo decile a mí mamá, menos a mi papá, ya sabes cómo se pone. Y ni siquiera sé que puedo esperar, ni siquiera sé nada.

—No es nada ya oficial ¿cierto? —yo asentí—. Apenas saldrán, déjate llevar, sí algo más sale bueno ya se lo presentas a mamá —ella siempre le ha dicho así, ya que básicamente la ha criado, por eso vive con nosotros—, pero primero ve a ver qué sucede.

—¿Es normal estar nerviosa?

—Si lo es, pero deja que todo fluya, todo saldrá bien.

Mi historia con el griego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora