En ese periodo comprendí lo que siempre me dijeron "lo importante en una relación es la comunicación, el entender, el amor es parte de un todo. No pensé que el amor no fuera suficiente, no pensé que todo lo que nosotros teníamos no contara con la fuerza necesaria para poder dar entendimiento, poder llegar a acuerdos, para poder saber que hacer con lo que teníamos.
El dolor con el que tuve que lidiar no fue lo que pensé que esta relación causaría, pensar que alguien que quieres necesita sacrificios, no me lo imaginé, no de él... No de nosotros.
Regresar a clases nos hace volver a tener rutinas, sobre todo como pareja, de hecho nuestros roles como dominante y sumisa cada día aparecen menos, ahora estoy conociendolo a él y eso me gusta. Yo... que puedo decir, hablo demasiado todo el tiempo, todos los momentos, así que él sabe por supuesto más de mi de lo que yo sé de él, pero eso no me quita el conocimiento de la persona y sentimientos que construyen a Dimitris.
Hoy me ha acompañado a recoger mi tema con el servicio social, tener que estar más de la mitad del día fuera de casa, estar platicando breves momentos y vernos con menor frecuencia. De hecho aquí es cuando me doy cuenta que me estoy enamorando, porque mientras más ocupada me encuentro, más lo extraño y más quiero estar con él. Mandarle mensajes, decirle que quiero estar en su presencia, sea cuál sea nuestro rol.
—¿Te veo el viernes? —pregunta él, estamos en la universidad, en nuestros 20 minutos libres.
—Claro, ¿a dónde me llevarás? —digo un tanto picarona.
—Quiero que me lleves a conocer la ciudad, a conocer parte de lo que tu ves, de lo que te gusta, yo manejo, tu me guías.
—¿Por qué suena a tan buena y mala idea?
—¿Mala? —dice sonriendo y juguetón.
—Por que sé que me harás caminar y caminar, te recuerdo que soy más chaparra que tú, así que me tendrás corriendo detrás de ti.
—Bueno, entonces preparate porque esta no será la primera vez.
Eso me emociona, no por el hecho de salir a turistear con él, sino solo por estar con él, creo que ya no puedo negar el que lo quiero, que de verdad lo necesito.
Los últimos 4 meses han sido complicados, es mayo, por primera vez en mi vida he podido disfrutar el estar con una pareja y sentirme bastante bien. Aunque no lo he presentado a mi familia, de hecho ni siquiera tengo ganas, me he sentido tan plena que de verdad no quiero que lo arruinen. Todas mis amigas ya lo conocen, ya tienen un trato mucho más cordial, aunque varias de ellas conozcan los detalles intimos de nuestra relación. Por otra parte y justo ese lado B de nuestras vidas ha sido cada vez menos, yo he regresado demasiado cansada del día laboral, y ahora le estoy sumando ya mi tesis en mayor grado, a veces pienso en lo que me metí, pero ahí está él para seguir dandome ánimo y la verdad que eso me ha mantenido un poco más cuerda.
Sé que se tiene que ir, eso ya se está convirtiendo en lo más temido, ha sido mi constante, mi miedo. Junio es la fecha definida y para colmo cercano a mi cumpleaños, hemos hablado y establecido detalles para nuestra relación a distancia, y a veces pienso que el estar en el servicio nos ha ayudado para crear rutinas mutuas. Cada día me siento más enamorada y creo que se me nota, en casa ya sospechan cosas, pero sigo firme, quiero que este sea mi pequeño secreto.
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Mi historia con el griego ©
RomantizmEditando y escribiendo. Próximamente su final. En la vida existen amores que se aferran a tu corazón, sin importar cuánto daño te hayan causado, simplemente porque los recuerdas con cariño. Dimitris Papadopoulos fue uno de esos amores que se adentra...