Sparda y Mundus continuarán su lucha y las consecuencias harán que Dante, Vergil y Nero tomen un camino que cambiara sus vidas. Un golpe intenso en el corazón les muestra que sus almas son humanas y el pasado que pensaron dejar atrás siempre estuvo...
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Solo observo el cielo azul.
Una brisa me acaricia por completo el rostro.
¿Estoy muerto?
Me siento tan bien. El cielo es hermoso. Verlo así me da paz.
¿Estoy muerto?
Muevo los ojos de lado y logro notar que el campo en el cual estoy tendido se expande hasta el horizonte. Cierro los ojos y los abro nuevamente. No hay resultado diferente.
Estoy muerto.
Trato de mover los dedos y logro solo articular tres de ellos.
Si estoy muerto ¿estoy en el paraíso?
Si es así, solo espero ver a Kyrie.
Suspiro de manera pausada.
No hice nada con mi vida para tener este privilegio, pero aun así aquí estoy.
Contemplo el cielo azul. Me da tanta paz a la vez que lo observo.
No tiene fin.
Lo único que recuerdo es a Trish salvando a Lady.
Trato de recordar pero siento una punzada en el pecho.
Mi pecho... recuerdo que tenía una herida en ella.
Ahora no siento nada.
No hay nada en él.
Doy otro suspiro, trato nuevamente de moverme y esta vez funciona. Al fin tomo asiento en el pasto, me llevo una mano al pecho y me doy cuenta que no hay nada.
No hay duda, realmente estoy muerto.
Contemplo las flores a mi alrededor y observo de llano el panorama que se extiende hasta el final del horizonte.
Me reincorporo a duras penas.
Siento un hormigueo en mis dedos, ha de ser porque desperté de manera repentina.
Noto que mis prendes están limpias.
Mi garabina no está ¿Dónde habrá terminado?
Camino lentamente.
Este lugar es tan hermoso, nunca estuve en un lugar como este.
