CAPITULO 35

152 13 0
                                    

Dante.

Corría esperanzado por encontrar la salida cuando de pronto y en un parpadeo me encontré en un lugar oscuro.

Recuerdo que Nero y Vergil venían a mis espaldas mientras yo los guiaba hacia el camino que daría con Bloodbane pero nunca pensé que al parpadear ya no habría nadie más conmigo y que el camino que seguí no esté más.

—Hijo de Sparda—. oigo un susurro en toda esa oscuridad.

—¿Quién anda allí? —. busco una de mis pistolas y la enfundo en dirección de la voz.

—Te brindaré un poco de ventaja.

Frunzo el ceño preocupado por esa voz, no me es familiar ni un poco.

Me parece molesto que se aparezcan de esa forma ante mí.

Esa brisa, ese resplandor, esa sensación.

El respirar se me hace cada vez más difícil, pero no porque no tenga oxígeno, sino porque no puedo creer lo que veo dentro de este cristal que apareció ante mí de una forma extraña, no lo vi venir.

Es casi irreal.

—¿Tú estás aquí? Realmente eres tú.

Suspiro quejoso al ver que todo lo que encuentro es a mi padre y a Trish a un lado observándome, no hay más demonios cerca, pero estoy completamente seguro que los había.

Puedo sentir la sensación de estar rodeado por miles de ojos a la vez.

—¿Sabes cuantos años tuvieron que pasar?

—Aún no es tarde, Dante.

—Sé lo que hiciste pero no debiste, no así.

—Hablaré claro, Dante. Existen cosas tan importantes que te forzaran a tomar decisiones que no deseas. No tengo que decir nada porque asumo que lo entiendes.

Doy grandes bocados para que me ingrese aire a los pulmones. Estoy completamente anonadado. Es exasperante.

Me cuesta creer que es verdad.

―Eres el único que tiene que vivir con tu decisión― dice ―. Todos los demás lo superarán, avanzarán, no importa lo que decidas. Pero tú no lo harás solo está vez.

Giro y le doy la espalda.

Mi corazón palpita tan fuerte que siento que romperá todas mis costillas.

Solo atino a escuchar ciertas palabras que salen de su boca, no estoy cuerdo.
Mis oídos zumban y un leve sonido se mantiene dejándome una jaqueca por completo.

¿Cómo demonios se supone que me sienta?

Tengo que respirar, siento que es una mala broma.

—¡Dante! Tranquilo—. es la voz de Trish.

Me sostiene para que no me derrumbe.

Realmente siento un nudo en la garganta por la impresión.

Mi padre está vivo.

Maldigo internamente y desearía que estuviera muerto.

No mi madre.

—Con la muerte de Greatwood y la pelea que tuvo con Mundus, se logró abrir una brecha en solitario que se tragó tanto a Vergil y Dante de regreso al infierno. Ni siquiera tuve que usar la sangre del muchacho—. Esa es la voz de Noro.

—¿Y Nero?

—No, él continua en el camino que tú tomaste. Es probable que no sepa que hacer a partir de ahora.

✔️ESPADA AZUL | DEVIL MAY CRY 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora