Capítulo 3

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Narra Melody

Habían pasado 15 días ya. Las cosas se complican cada vez más. Cuando creemos que estamos a salvo, los zombies atacan nuestro refugio. Creo que todo sería más fácil si fuésemos más personas. Para contrarrestar esto, mi entrenamiento va cada vez mejor. De todas formas, me gustaría poder entrenar con cosas más profesionales. Cuando encuentro un par de latas, las apilo y tiro con mi cuchilla o con la pistola. Alex sabe más de lo que creí sobre estas criaturas. Me ayuda mucho entender cómo piensan para poder atacar de manera más eficiente. Mi personalidad cambió mucho con todo esto. Soy más fría y firme, incuso seria. Pero no pierdo mi dulzura.

No tengo idea de qué día es. No lo sé desde que despertamos. Caminamos como siempre. Por las solitarias calles de California. Visto unos borceguíes marrones, pantalón camuflado, musculosa marrón oscura y unos guantes sin dedos. Mi pelo cae libre, como todos los días.

Hoy decidimos entrar a una boutique abandonada. La idea de que siempre haya estado abandonada me recorre la espalda fríamente. Pero como siempre tan dulce, Alex me dijo que era una maricona. Indignada y resignada acepté a entrar con ella. Al entrar el chirrido de la puerta invadía el lugar. No había rastro de vida.. ni de muertos. Ingresamos con seriedad, con un ambiente muy tenso. Entramos a un cuarto anexo. Todo estaba completamente oscuro. Percibí un sonido. Rápidamente saqué el seguro de mi pistola y apunté, lista para cualquier cosa. Pero no solo escuché mi seguro quitarse. Escuché 3 seguros más. Uno era de Alex. Pero los otros 2 ?

Alex: - Se mueven 3 centímetros y les vuelo la cabeza. - Eso es empezar con el pie correcto amiga. No pude evitar dejar salir una sonrisa. - Alúmbralos M - Nuestras iniciales las utilizábamos para ocultar nuestra identidad.

De mi cinturón saqué mi linterna. Un regalo de la suerte. La prendí con mucho miedo, pero mantenía el otro brazo firme. Dos chicos se encontraban adelante nuestro. En frente mío había un rubio de ojos almendrados que estaba apuntando a Alex. A mi diagonal izquierda se encontraba un castaño claro de ojos almendrados también, pero este me apuntaba a mí. Lo miré de arriba abajo, indignada. No dejábamos de apuntarnos mutuamente con las armas.

Xx1: - Muéstrense - Dijo uno de ambos.

Apunté la linterna al techo de modo que la luz bajaba pareja por toda la habitación. Ambas nos encontrábamos muy atractivas al parecer, ya que estos dos bobos no nos quitaban los ojos de encima. 

Xx2: - Son solo dos chicas - Dijo uno. Ambas nos miramos. Saqué mi otra arma, también cargada y Alex sacó la cuchilla y comenzó a jugar con ella. Esto se pondría divertido.

Xx1: - Wow, esperen. - Dijo el rubio al ver que teníamos la ventaja. Yo tenía un arma puesta en la cabeza de cada uno. - No venimos por peleas. Sólo buscamos sobrevivir. Podríamos salir y hablar tranquilos ? - Dijo mientras bajaba su arma.

Alex: - Bien. Pero los tengo vigilados a ustedes dos. - Dijo apuntándolos con el arma como si fuera un juguete.

Los cuatro nos dirigíamos miradas desconfiadas mientras salíamos de la boutique. Fuera, el atardecer iluminaba el cielo.

Xx1: - Bueno, mi nombre es Ross, Ross Lynch y éste es mi compañero Justin. - Dijo un poco más tranquilo de saber que no teníamos las armas en las manos.

Con Alex no articulábamos palabra. Los mirábamos con saturación y desconfianza. No fue una buena primera impresión de ellos la que recibimos.

Justin: - Venimos de Inglewood para buscar refugio y protección. - Dijo él. Traté de buscar la mirada de mi mejor amiga, pero estaba muy perdida en los ojos de Justin. Ella tendría algo en qué pensar por unos días.

Zombies: Viviendo el infierno (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora